Estamos todos un poco flojos, sí.
Yo trato de salir todos los días pero últimamente ha hecho mal tiempo (que aproveché además para pillarme un catarrillo) y van pasando los días y yo acabo subiéndome por las paredes como un gato enjaulado.
Todos los días me hago el mismo propósito: "bueno, hoy salgo ¡seguro!" y luego, por una cosa o por otra, que si llueve... que si está demasiado frío... que si hace mucho viento... que si se me ha hecho demasiado tarde... acabo durmiendo la siesta hasta que se hace de noche. A veces me alegro secretamente de que haga mal tiempo para no tener que sentirme tan culpable por quedarme en casa.
Ayer pasé de siestas, me puse el culotte, los zapatos, casco, guantes y gafas y hala, a por la bici. No había llegado al garaje cuando empezaron a caer unos goterones enormes. Cielo oscuro, horrible, como para un fin del mundo. Volví a casa caminando bajo la lluvia con la cabeza gacha, consolándome como pude: "Vale, pues mañana". Los últimos días de la semana siempre consulto ávidamente las previsiones metereológicas para hacer planes. Pero, son los días tan cortos ahora...
No sé, trato de que mi vida no gire tanto alrededor de los viajes en bici. Pero siempre acabo por caer de nuevo. También me pasa lo mismo: no tengo ojos más que para las bicis. Si visito una tienda de deportes, para mí no hay más sección que la de ciclismo. Buena parte de los libros que leo son de este tema. En la pantalla de mi ordenador la imagen más frecuente es la de un mapa de cualquier sitio con proyectos de ruta trazados. Colecciono tracks de GPS de mis pequeños logros en distancia o desnivel. Le doy la pelma a todo el mundo con el rollo de mis viajes, hechos o por hacer... Y por supuesto, no imagino un periodo de vacaciones que no sea un largo viaje en bicicleta.
Sí, me temo que yo también soy un adicto.
Pero como este fin de semana vuelva a hacer mal tiempo aquí, cojo el coche y me largo a donde haga falta, aunque sólo sea para rodar 8 horitas. El que un fin de semana haga 500 Km conduciendo para poder darme un paseo en bici es lo más normal del mundo para mí.
¡Al final resulta un deporte bastante caro!