Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
Volver arriba

Sensaciones, recuerdos y anécdotas pedaleando en otra CIUDAD

&tarr; PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

  1. Hola, en los viajes quizás sea un coñazo muchas veces llegar al centro de una ciudad que no conocemos sin tragarse tráfico o accesos difíciles, pero una vez dentro, el estrés se transforma en curiosidad por el entorno, en preguntas como "Qué hago yo aquí en este sitio?" o incluso en sentimientos de conquista o "heroicidad" entre comillas.

    En fin..... aquí tenemos un hilo para compartir todo eso.

    Publicado hace 7 años #
  2. Y un poco la sensación de ser una pieza exótica, como "inspirando admiración y envidia" a partes iguales, y no sé si también conmiseración. Traer los perfumes del campo profundo e introducirse con ellos en unos espacios urbanos cada vez más sintéticos y estandarizados. Si algo le agradezco a la bicicleta es haberme ayudado a relativizar la ciudad y sus servidumbres. Contemplarla en la distancia desde una loma batida por el viento como una factoría de cotidianeidad, tedio y alineamiento. 

    Y en derredor, la naturaleza, el campo que redime, aunque aparece siempre herido, un tajo de carretera allí, un salpicadura de hormigón en forma de urbanización-isla allá; pero con un aire de atemporalidad que uno solo siente en contadas ocasiones. Supongo que será una sensación común en un nacido y criado en ciudad. 
    Y como no, lo que tiene de desafío al vehículo a motor. Estocar una modalidad de desarrollo y de vida.

    Etiam si omnes ego non
    Publicado hace 7 años #
  3. Desciendo del buque a las 4 de la madrugada. Salgo del puerto y busco el Sur. Livorno dormida, sólo yo y  un coche de los Carabinieri siguiéndome. Dejo la ciudad rumbo Sur, A mi izquierda la tierra Toscana, a mi derecha el Mediterráneo. Ya nadie me sigue. Pedaleo solo mientras empieza a clarear. Me gusta viajar. Me gusta la bici.

    El vent a les cames, l´horitzó als ulls, l´aventura al cor...
    Publicado hace 7 años #
  4. Segunda y última noche en París. Decido ahorrarme el hostal y trasnochar pedaleando toda la noche por la ciudad. Sigo varios itinerarios urbanos señalizados y a veces me aparto de ellos, callejeando. Me voy hacia el barrio de Pigalle, en donde creo que va a haber más gente y menos peligro para dormitar disimuladamente sobre algún escalón. Ese barrio está cerca del Sagrado Corazón y hay que trepar por las colinas urbanas. La iluminación pública alumbra al estilo novela negra, y la calle es de adoquines gordos, piedras al fin y al cabo. Con plato grande me la subo sentado con una sensación de vigor y potencia, diciendo "Pedaleo todo lo que me echen". Imparable, en buena forma tras culminar mi viaje en esa ciudad. Paso por delante del Moulin Rouge y su larga larga cola. El bar en cuyo escalón estoy sentado cierra la persiana. Me faltan cuatro horas aún para mi tren de regreso y empiezo a merodear por la ciudad. París es grande pero en bici se me hace muy pequeña. Y en bici participo en esa vida nocturna. Y ahora los recuerdos se difuminan. Entré minutos después de que abrieran la estación de Montmartre, tras pedalear y mear toda la noche, pues algo me pasaba en la próstata!

    julio de 2012. Como en el 95 otra vez y sin quererlo coincidí con la llegada del Tour. Ambientazo festivo!

    Publicado hace 7 años #
  5. En Colonia tuve una experiencia distinta. No estaba viajando en bici pero tenía una bici en el coche, aparqué en donde pude y empecé a seguir el Rin para llegar al centro. Al tiempo recibo una llamada urgente por lo que debía regresar al coche. Colonia siempre me ha gustado, por la prestancia de su catedral como por la vida que hay en el centro y sobre el río. Disfrutaba sintiéndome libre y descubriéndola en bici. Paseaba por la orilla del Rin cuando recibí esa llamada, y tras haberme comprometido a acudir a una cita (por trabajo estaba allí), me fui hacia el coche, pero me lié y no recordaba a qué altura del río se encontraba. Perdí la referencia de los puentes y buscando y buscando se me estaba haciendo tarde. El paseo se convirtió en contrarreloj; el relax en estrés. Al final llegué. Sudoroso, claro! Jejeje

    Publicado hace 7 años #
  6. Una vez hice un viaje en el que paré de un par de días es Madrid y tuve la ocasión de pedaler junto a dos foreros que me acompañaron y hospedaron. Acababan de estrenar los carriles bici-y-coches de 30/h, y por el medio y sin arrimarnos a la derecha fuimos dando vueltas por la ciudad. Pedalear por esas grandes avenidas sin achantarse por el tráfico (que tampoco es que fuera muy agresivo) hizo que pudiese descubrir la ciudad a golpe de pedal y sentirme parte de ella. Mucho más que las veces que fui a pata.
    ¿Qué hago yo en bici en Madrid? Quién me lo iba a decir!!

    Y eso.


    Publicado hace 7 años #