Semana Santa 2018 Viernes-Domingo/Lunes Delta + Tinença

Os pongo el enlace al grupo de whatsapp para uniros y estar informados mas rápidamente.

Hola!! A mí me parece mejor este plan especialmente porque en Córdoba dan lluvias y lluvias. 

A mi me toca  estar por aqui ,irremediablemente..

Hola Ana!
Te añado!
Voro, si podemos no iremos con tienda, pero me temo que en el Delta nos hará falta.
Rafa: gracias por la info, en Deltebre está petao, pero pruebo el otro.
Venga! Ya somos 3!

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Bon dia Txiku! Otro que se apunta!

Viceeeent, Vaaa! que no será heavy ni mucho menos (Parece que no nos conozcas) (Fartera y más fartera jajaja)
Icepirineo: Será complicado vernos, pero como estas en el grupo de whatsapp estamos en contacto a ver si suena la flauta
Ya tenemos la reserva casi al 100% en una mobilhome en el Delta para el Viernes y luego en el albergue la font lluny de la Pobla de Benifassar. A partir de ahora los que quieran venir tened en cuenta que la reserva en el Delta esta MUY complicada por la fecha (salvo que lleveis tienda), pero en el Albergue SIN problemas.
Ya estamos de nuevo al ataqueeeee
Un saludote

Yujuuu confirmo mi presencia en esta quedada, acudiré con Voro.

Vicent si te lo piensas mejor y quieres venir me queda un hueco en el coche para ti y tu compañera 

Bueno de momento la lista queda así:

• txiku
• joskas
• Ana Lopez Herce
• Voro
• Adam

Podéis mirar aquí:

Sin ninguna prisa llegamos hasta el embarcadero cerca de la isla de Buda y, tras avituallarnos de cervecita, buscamos un lugar donde comer la tortilla de patatas casera que nos había preparado Ana y de lo que cada uno aportó, bien regadito con el tinto con el que Voro había llenado la bota.

El lugar resultó ser espectacular: un embarcadero roído en el que estuvimos padeciendo por caer al agua a cada mala pisada, pero donde estuvimos a las mil maravillas a resguardo del viento y sientiendo el solete en nuestras caras.

Seguimos despues del descanso hasta llegar al mirador del delta, donde se puede disfrutar de una vista panorámica excepcional y decidimos ir en busca del carajillo quemado (tarea árdua por estas tierras) al restaurante más cercano, el del camping l'Aube, si no recuerdo mal. No hubo forma de poderlo tomar, pero al menos nos valió para resguardarnos del chubasquito de agua que cayó, y que ya se intuía en la distancia.

Después del descanso y de que la lluvia amainase seguimos rumbo al paso del rio entre Deltebre y Sant Jaume d'Enveja, donde también se puede disfrutar de la vista del rio Ebro en toda su magnitud. El viento no era cómodo pero tampoco resultó un impedimento para disfrutar de la ruta hacia Sant Carles, donde pasaríamos la noche.

La ruta transcurrió por caminos rurales, en su mayoría asfaltados, y al final tomamos la carretera con apenas tráfico hacia Sant Carles. Allí encontramos el hotel muy fácilmente y tras guardar las bicis, donde uno de nosotros le lanzaron los tejos (es inevitable cuando ciclistas con nuestro atractivo llegan a una ciudad) JAJAJAJAJAJ tomamos la cervecita de la victoria y luego, entre dejar los trastos, acomodarnos y ducharnos, se nos hizo la hora de cenar.
De nuevo, sentados frente a la comida, con buena compañía y vino peleón en la mesa, la buena conversación y el inmejorable ambiente, convirtieron una cena sencilla en todo un lujo. Ya sólo quedaba pasear de vuelta al hotel y prepararse para la ruta que tendríamos al día siguiente, donde el viento apuntaba a que iba a ser el protagonista.
(..sigue...)

Llegar a San Rafael del Rio nos costó horrores, pero en ningún momento decayó el buen rollo y hacíamos tantas paradas como necesitábamos, expoliando los naranjos que encontrábamos a nuestro paso y dando buena cuenta de los frutos secos que llevábamos detrás, en parte gracias al comandante Voro, que vació los estantes del comedor. jajaja. En San Rafael encontramos un resguardo cerca del centro de salud donde podríamos comer y con el bar al lado teníamos resulto el tema cervecil.

Comimos tranquilos, conscientes de que mientras no bajase más el viento rodar iba a resultar muy dificultoso. Aun así, había que seguir y Vicent, que estaba bastante tocado por el resfriado que arrastraba, y Ana decidieron avanzarse para poder ir a una marcha más tranquila hasta encontrarnos en la Senia.
El resto intentamos, de nuevo infructuosamente, tomar un carajillo quemado y tras el fracaso continuamos al encuentro de los avanzados por carretera hacia la Senia.

Poco antes de llegar visitamos lo que queda de un antiguo campo de aviación que estuvo en funcionamiento durante la guerra civil (http://campaviaciolasenia.cat/) y nos pusimos en contacto con Vicent y Ana, que habían hecho buenas migas con la persona que estaba atendiendo la oficina de turismo (http://visitalasenia.info/oficina-de-turismo/) y muy amablemente se había ofrecido para que un compañero les subiera a la parte más alta de la ruta con un remolque que tuvo que pedir prestado a un hermano suyo. Todo un ejemplo de buena voluntad y ánimo por ayudar, a los que, lamentablemente, nos estamos dejando de acostumbrar.

Ana y Vicent subieron con nuestras alforjas en el remolque y así el resto pudimos afrontar mucho mejor la subida del pantano de Ulldecona. Así la cosa fue otro cantar. Las rachas de viento fueron debilitándose hasta casi desaparecer al entrar en zona de montaña y sin peso en la bicicleta disfrutamos de las vistas como niños. Tan sólo la visión desoladora de un pantano casi vacío a pesar de las lluvias de esta última temporada empañaron un poco la panorámica de la subida a la Tinença de Benifassar.
Al llegar arriba nos reunimos todos y juntos rodamos los últimos 3Kms hasta el albergue Font Lluny (http://lafontlluny.com/), donde teníamos la reserva de las habitaciones realizada. Ya conocíamos este albergue de otra rodada por la zona en Diciembre, así que íbamos sobre seguro: buenas instalaciones, buena comida y una zona de excepción.

Elegimos la cena mientras tomamos la cervecita de celebración por haber llegado al fin y luego nos llegó casi jutisto para ducharnos y arreglarnos. De nuevo volvíamos a estar sentados en la misma mesa compartiendo una buena cena y comentando con muy buen humor el trascurso del día. Seguíamos celebrando que el día había resultado de nuevo maravilloso y tras la cenita seguíamos con ganas de pasear por el pueblo en el que las estrellas eran perfectamente visibles sin esfuerzo. Qué maravilla!
(...sigue...)

Continuamos hasta Fredes y llegamos justo a hora de comer, así que encontarmos un parquecito con banquitos donde sentarnos y, una vez localizado el bar, montamos nuestro picnic particular con ensaladita y todo, gracias a la idea de Ana de comprar verduras y llevar consigo un tupper que nos hizo las veces de ensaladera.


Tras terminar la comida, de nuevo estrepitoso fracaso con el carajillo, no había forma de que nos lo hicieran quemado.... así que cafelito y a seguir rodando.

Seguimos subiendo para recuperar el último descenso hasta Fredes y a partir de ahi bajamos disfrutando de la vista hacia el monasterio de Benifassar, que no pudimos visitar debido a que sólo esta abierto los jueves de 13:00 a 15:00. Una lástima, sin duda.

(...sigue...)

Dia 4 - Lunes

El cuarto día tocaba volver. Mejor no pensarlo para no entristecerse. Desayunamos sin prisas y con los bultos preparaditos iniciamos el descenso hacia la Senia, esta vez todos juntos disfrutando de las vistas.

En la Senia buscamos una pastelería donde comprar algo que regalar al señor de la oficina de turismo que tan buen servicio nos dió y, esta vez si, encontramos un bar donde tomar un carajillete bien quemadito! Yujuuuuuuuu Nos había costado, pero lo conseguimos!!
Aprovechamos para aclarar cuentas y desde allí nos separamos. Vicent, Adam y Voro continuaron hacia l'Aldea para volver al coche y nosotros (Ana, Joskas y yo)  atrochamos dirección Ulldecona para llegar sobrados al tren de las 14:05 que nos dejaría en Castellón una hora despues. Uno no puede dejar de entristecerse un poco al ver menguar el grupo con el que tan bien lo ha pasado estos días...

Pudimos pasear un poquito por el centro de Ulldecona, que nos encantó, y llegamos a la estación, donde de nuevo no tuvimos problemas al tomar el tren regional, que sólo empezó a llenarse a la altura de Oropesa y llegamos bastante puntuales a Castellon.
De camino al Grao de Castellón nos separamos de Joskas y al momentito Ana estaba en su coche, con la bicicleta cargada y lista para retomar el camino de vuelta a Madrid. Las vacaciones tocaban a su fin, por un instante la tristeza te hace recordar esos momentos en tan buena compañía, por otro ese vacio se llena al volver a casa y encontrarte con las personas queridas y la esperanza de que pronto volveremos a rodar, por aqui, por allá. No importa si la compañia es buena, y en este foro es... EXCEPCIONAL.
Por último, no me gustaría despedirme sin resumir, muy brevemente, en una palabra, este expléndido viaje. Como diría en comandante Voro, muy floreadamente....
YUUUUUUUUUUUUEEEAA!!!!!