Pues éso, que me he dado una vuelta por mi queridísima Cerdeña, de nuevo y van ya nueve las veces que he viajado a esta isla que me sigue cautivando una y otra vez. El mes de mayo avanzado ha sido el mes elegido esta vez, encontrándome ya los campos de cereal segados y un paisaje más seco de lo normal y deseable. La ocasión también para viajar con un gran amigo y viajero piamontés, para emotivos reencuentros y para nuevos descubrimientos y aventuras ciclistas. Además del propio viaje físico he viajado también de forma introspectiva, son muchas horas encima de la bicicleta, de percepciones y emociones del momento pero también de pensamientos que escogen su propio camino, el del recuerdo de momentos pasados y también de la imaginación y de la ilusión del futuro hacia otro lugar, otra isla...