No hay emoción comparable a estrenar una bici, es la felicidad completa.
¿No oías como una música de ángeles mientras pedaleabas?
No sonreías a todo el mundo con el que te cruzabas?.
Yo si que lo hacía y sigo haciendo con la plegable, la cojo para darme una vuelta tranquilamente por el centro de la ciudad, parar en una cafetería y tomar un café o para salir a hacer algún recado donde es imposible aparcar el coche u otra bici por el miedo a que se la lleven, esta la pliegas y te metes con ella donde sea, nadie prohibe entrar en cualquier sitio con la bici plegada.
Enhorabuena por la plegable, ya verás como la disfrutas un montón y te resulta mucho más útil que cualquier otro vehículo que hayas tenido, incluyendo las otras bicis, esta hace cosas que las otras no pueden.
Dios creó la cerveza, el diablo la Coca-Cola.