SUBIR ANCLAAAA
Después de estar enclaustrado en mi sofá, aquejado por los males de lo que mas me gusta, por fin rompo de nuevo el cascaron, para asomarme y comprobar con grata satisfacción, lo bonito que esta todo.
DESPLEGAR VELAAAAASSSS
Acompañado el capita por su tripulación, va guiando la nave por buen camino, dirigiendo el timón con la suavidad que se le caracteriza, y aunque no pueda evitar tempestades ni derribar la puerta de los castillos, consigue llevar el viento siempre en popa.
Oteando el horizonte desde el palo mayor, siempre esta el marinero, ese marinero que no se pierde una para enrolarse, el que dice que no se entera pero que siempre esta ojo avizor.
NO VAMOS EN BUSCA DE TESOROOOOOSSSSS
No faltan aguerridos marineros, curtidos en mil y un viajes de distinta índole así como jóvenes no menos expertos que no se amedrentan por la dureza del tiempo ni el momento.
Tenemos marineros de sonrisa amplia y afable semblante que han de abandonar la nave para coger velocidad en la navegación ya que cuentan con su presencia en puertos donde precisa de su experiencia en festejos.
Con las bodegas llenas de sabrosas viandas y exquisitos caldos que acompañar, cualquier viaje es apropiado para el navegante, auque de vez en cuando, provocado por el vaivén de las olas, el mareo es acuciante y no deja disfrutar al marinero tanto como quisiera, pero aun así, sacando fuerzas de flaqueza, consigue por derecho mantener la moral alta cual juglar, al reto de compañeros, mientras rema en sintonía al lado de su compañero, su complemento perfecto, que en silencio guarda secretos que a poco que se rasque, comparte.
AVANTE MARINEROOOOSSSSS, AVANTE A TODA VELAAAAA
En toda embarcación que se precie, siempre tiene que haber un patrón y en este viaje, nuestro patrón es un grumete ascendido, el portador del mapa que nos indica los motivos por los que el viaje, es un viaje, la causa perfecta que nos convence pero que no es capaz de convencer, aun teniendo los argumentos a quien desearía hacerlo.
TIERRA A LA VISTAAAA
No hay desasosiego mayor para un navegante, ¡promotor incasable que a ritmo de tambor, motiva al remo! que por heridas desafortunadas tenga que abandonar la nave que nos llevaría en busca de los tesoros, recuperate cariño. Sin olvidar a marinero que bajo una apariencia bonachona, no se olvida de acompañar, cuidar, proteger, mimar, acurrucar…bajo su grandes brazos, cuando lo necesites.
El tesoro es grade, verde y frondoso, mezclado con tonos rojizos y marrones bajo un cielo nubloso que a menudo llora para envolvernos con la fragaria a suelo mojado y hierva fresa.
Yo ya tengo mi tesoro, sois vosotros.
Ruedines