CRONICA: Rumbo al norte. Cruzando los valles astur-leoneses.

El terreno cada vez se vuelve más irregular, el prado se torna monte bajo y la bici ya no rueda. En muchas ocasiones tengo que ir subiendo la bici a pulso, de mata en mata.

La tarde va cayendo con mucha rapidez. Los minutos pasan y yo apenas avanzo. Estoy agotado y literalmente empapado en sudor, pese a que hace rato ya que me he quitado la camiseta y la temperatura empieza a caer.

Decido racionar el agua. Debo llegar arriba con al menos medio litro.

Las sombras van ganando terreno.

Llego al último tercio de la subida, el más duro, en tal estado de excitación, como si la adrenalina que corre por mis venas me impidiera pensar con claridad, a cambio de proporcionarme un extra de fortaleza física. 

Perdí la cuenta de las ocasiones en las que me senté a descansar.

Me empieza a entrar la prisa para evitar me caiga la noche en medio de la ladera, pero llego a un punto en el que no puedo avanzar más. El terreno es demasiado empinado, lleno de arbustos, totalmente encharcado, con peligro a cada paso de caer rodando junto con la bicicleta. 

Aunque creo que en ese estado, sólo debía tener una neurona operativa,  esta se porta como una campeona y me abre una puerta: Y si quitas las alforjas y las subes, para después volver a por la bici y subirla a hombros? Recuerda: Divide y vencerás! ¿Cómo no se me habría ocurrido antes? Ahora, desde la distancia, me parece obvio, pero allí...

Y así lo hice, desmonté las alforjas, las eché a los hombros y tiré para arriba con cierta agilidad. Aún así, tuve que parar a descansar en varias ocasiones. Una vez en la Braña de la Corra, las dejé apoyadas en el vallado de piedra y volví a por la bici.

Subía  la bici también al hombro, protegido por la camiseta a modo de almohadilla.

además de libre ,tambien ,a partir de ahora ,es -Magnifico

asi que deberia quedar asi:

Ceibe:Libre y Magnifico

 yo si que conozco  esos puertos como para no bajarse de la montura .  el camino Real precioso como toda la ruta .

Si me permites, ceibe, voy a hacer un pequeño paréntesis por lo del tema de las brañas que, dentro de un contexto, es harto interesante. Ceibe se fue a tierra de vaqueiros de alzada, un pueblo socialmente marginado en Asturias durante mucho tiempo y con una cultura bien diferente de la del resto. La vida de estas gentes estaba marcada por la trashumancia, en invierno se bajaba a las "brañas de abajo" cercanas a la costa y en verano se subía a las "brañas de arriba" (de montaña)

ademas ,no me imagino un anuncio de coches que diga :'somos trashumantes',no seria facil que se la apropiaran -la retorcieran y la desvirtuaran

Vamos con el último día del viaje:

Amanece en la Braña de la Corra. El sol asoma entre las montañas.

Desde la puerta del chozo donde dormí, observo como las sombras van dejando paso a la luz

Este es el chozo que me dio cobijo durante la noche.

De allí vengo:

Hacia allá voy:

En algunos tramos los distintos tipos de hitos marcan el camino por partida doble, o triple…

Este hito donde está apoyada la bici marca la dirección de una fuente, pero yo no encuentro ninguna en los alrededores. Voy sin agua y la verdad es que agradecería echar unos buenos tragos. Hago el ejercicio de desviar mi mente hacia otros pensamientos. 

Las señales indican que ese no es el camino correcto:

Aquí hay que aplicarse un poco más, pero consigo pasar sin desmontar

Cerca de un vallado, me encuentro con un grupo de ciclistas con bicis de montaña. Me hubiera gustado saber de dónde vienen, por donde transcurrirá su ruta de hoy, si comerán de camino… pero sólo uno para cuando me dirijo a ellos y tras un brevísimo intercambio de palabras, reanuda pronto la marcha para no descolgarse. Otra vez será…

Foto con zoom:

Echo la vista atrás y los veo alejarse por el camino que me ha traído hasta aquí

El último vallado que atravesaré en este viaje:

Paro en esta fuente a rellenar los bidones y a hidratarme.

Apuré mis últimos tragos de agua en el desayuno y noto como mi cuerpo necesita líquido. Aprovecho también para lavar las zapatillas que llevo llenas de barro y a ponerme calcetines limpios. A fin de cuentas, en breve entraré de nuevo en la civilización y hay que estar presentable 

Yo no estoy muy puesto en setas pero creo que eso es un pedo de lobo. Seguramente en el foro habrá algún micólogo aficionado que sepa mucho más que yo y la identifique

Vehículos aparcados de senderistas y bicicleteros

Si continuáramos por esa pista, entraríamos en el segundo tramo del Camín Real de la Mesa, que nos llevaría hasta el pueblo de Dolia. Pero hoy vamos a descender por asfalto, bajando por el Puerto de San Lorenzo hacia la comarca de Teverga. Lo dejamos anotado en la agenda en la sección de "Tareas pendientes"

Son numerosas las rutas de senderismo que hay en la zona

El descenso es vertiginoso y he de abrigarme muy bien.

Y ya finalizando el descenso me encuentro el primer pueblo de cuyo nombre no me acuerdo ¿Villanueva?

Veo a una mujer en una furgoneta que hace las veces de bazar ambulante. No puedo resistir la tentación de pasar muy despacito a su lado para “cucear” en su interior. La caja de la  furgoneta está hábilmente compartimentada en su interior en mil estanterías de madera con multitud de productos.

Bonito oficio.

No puedo resistir la tentación de fotografiar los hórreos que me salen al paso, en los que no debemos escatimar esfuerzos por conservar.

Me indican que en el mismo pueblo, cruzando el puente, ya puedo tomar una carreterita que directamente enlaza con la Senda, así que para allá voy