repairman dice: Yo echo de menos que no necesite batería, que no tenga coltán en su pantalla, que no se utilice litio en su batería, que no sea necesario comprarlo por ámazon o a grandes corporaciones, que no se estropeen deprisa para que te compres otro lo antes posible, que me garanticen que no lo ha montado un niño explotado en asia, que no me dé vergüenza sacarlo en un país donde por mucho que trabajen toda su vida nunca van a poder tener uno igual, no sé, esas cosas extrapolables a cualquier aparato electrónico nos guste o no, y que creo que deben ser consumidos con moderación y sin llegar a la tecnodependencia o adicción, que no es poco.
Por lo demás está bastante bien el aparatillo
BQ es una empresa española que hace (o hacía) lectores de libros electrónicos de calidad, sin ir a Amazon o similares.
Y yo creo que en este caso no se trata de adición a la tecnología sino quizá a la lectura, y cuando estás de viaje, lo que decía Lekim, el peso es determinante. E imagínate viajando por países donde no encuentras libros en los idiomas que entiendes. Como mochilero siguiendo la ruta de la Lonely Planet estás salvado con los intercambios de libros, pero como cicloviajero... Y no siempre quieres leer lo que está disponible sino lo que te apetece de lo publicado.
Litio y coltán. Definitivamente suena peor que la pasta de papel de los 200 libros que puedes leerte en digamos la vida media de un ereader, y el combustible para su distribución. Y no a la explotación infantil, sin duda.
Pero considero un plus la capacidad que nos ha dado a todos de convertirnos en escritores (para lo bueno y para lo malo). Ya no hace falta mendigar por las editoriales, autopublicas por internet y chao.
Lo de qué sacar en qué país, tiene para rato. Ya solo que tengas vacaciones (y pagadas!) y los recursos para viajar hasta allí, puede resultar incomprensible en muchos lugares del mundo...