Después de haber aprendido y disfrutado con las experiencias que los viajeros publican en este foro, me animo a presentarme pues deseo preguntar algunas cosillas a los sabios del lugar.
Uso la bicicleta para dar paseos cortos por las afueras de mi ciudad, y nunca he realizado ningún viaje con alforjas. Mi velocidad de crucero se acerca a unos 10 ó 12 kilómetros por hora; muchos corredores pedestres me adelantan, sobre todo cuando el camino presenta una ligera pendiente ascendente. Cuando por fin adelanto a otro ciclista, reconozco que se me dibuja una sonrisa de oreja a oreja, y al llegar a la cima del monte o del puerto, me detengo, me bajo de la bicicleta, alzo los brazos y grito ¡soy el mejor! mientras mi fatigado corazón se recupera del terrible esfuerzo de desplazar casi cien kilogramos de carne, hueso, metal y bultos varios que acarreo.
En estas condiciones, mi mayor aspiración a largo plazo consiste en realizar una peregrinación de unos 150 kilómetros en un día, y a corto plazo, he descubierto el placer y el temor de circular por la noche, por lo que acudo a este foro en busca de consejo. Espero que mis dudas de principiante contribuyan de forma positiva.
¡Saludos y mil gracias de antemano!