Ha vuelto a suceder y la sorpresa va dejando paso a la decepción… ayer se me rompió nuevamente un radio…
Que ocurre cuando te ves nuevamente perdido en un mundo de ilusiones que parecen frustrarse por un echo no previsto?
Que la gente que te acompaña, que te rodea, que te es próxima se pone, sin más en marcha… Tal vez es Miguel, el mecánico donde Andrés lleva sus bicicletas el que acierta con lo que está ocurriendo con una rueda que tiene menos de seis meses de antigüedad y cuatro radios rotos cuando afirma que es el núcleo, el carrete, el que está partido por dentro…
Y Andrés junto con Juan, mi hermano, el que me ayudó en otra de las casualidades, que yo llamo milagros, allá en tierras Almerienses, el que nuevamente me estaba esperando… y es que los milagros existen…
Si no fuera así, como sería posible que alguien pensara en traerse una rueda trasera con nueve piñones, a la que poder adaptar mi freno de disco para que esta reunión de amigos no tuviera una baja involuntaria?
Tras pelear y luchar por no retrasar al grupo, hemos podido pasar página al infortunio aunque… no hay que ir tan deprisa…
La ruta de hoy amenazaba lluvia y me sucede que cuando un acontecimiento de ese tipo sucede, me olvido de ser cuidadoso… toda la atención, la rabia, los pensamientos se centran en el problema… por ello, no he tenido la precaución de coger la ropa de lluvia que sabía que necesitaría en tierras de Jaén… en un día en el que la probabilidad de lluvia era del 100%...
Iniciando la marcha por las calles de la ciudad, un grupo de voluntades, de ilusiones, de alegrías ha ido recorriendo las calles un poco perjudicadas por la fiesta de ayer, y es que, Jaén al igual que Mancha Real está de fiesta, la gente algo dormida y alegre nos miraba y pasaba junto a nosotros algo indiferente, tras girar a mano izquierda en la Avda. de Madrid, hemos encarado la Vía Verde del Aceite… una vía verde que evoca lo importante de esta provincia junto con la caza, un producto que debería de sufrir una nueva revolución como la que sufrió no hace tantos años los vinos del priorato…
La vía verde es una delicia, aunque no el objetivo de hoy puesto que se trataba de acercarnos a una particularidad de la provincia de Jaén que se remonta a tiempos remotos como son los Cortijos Fortaleza… Construidos en tiempos en los que la frontera entre Castilla y los Árabes era cambiante, los cortijos estaban comunicados a través de las altas torres que formaban, de manera indisoluble su construcción, esta comunicación no tan solo existía entre ellos sino también entre el castillo de Jaén.
La ermita de la Virgen Blanca nos miraba al pasar algo cerca de ella y miraba al cielo pensando… cuanto tiempo tardará en llover?
Tras visitar un par de cortijos desde su exterior no hemos tenido que esperar a la lluvia que ha iniciado su caída lentamente, en ese momento Juanjo me ha permitido usar su impermeable al tiempo que el mismo exclamaba: no se para que me he traído un impermeable más del que necesitaba… y yo pensaba en mi interior para mi… para mi Juanjo es un poco mi sino en las dificultades, te olvidas la ropa, te ocurren cosas, se solucionan los problemas… así es, así parece ser… la suerte.
La lluvia nos ha enviado un mensaje claro y conciso… no llegareis a vuestro destino, no permitiré que continuéis… Las personas que formábamos el grupo, lejos de maldecir, imprecar o ni tan solo molestarse a acepado lo que iba sucediendo con estoica paciencia de manera que cuando los guías del recorrido han decidido volver por carretera a Jaén, no tan solo no han protestado o han interiorizado un ya iba siendo hora sino que han considerado que esa decisión formaba parte del simple y llano recorrido del día de hoy y es bien curioso que eso suceda puesto que a la lluvia le ha acompañado la tormenta y el viento…
Tras alcanzar la ciudad, nos hemos organizado para ir a comer al Rte. el Danubio aunque ya sin las bicis, una gozada visual y gastronómica ha acompañado al mejor ambiente, a las risas a los chistes y al buen hacer que permite poder estar orgulloso y orgullosos de las personas del foro de Rodadas…
Tras la comida el programa se ha llevado a cabo en las instalaciones deportivas de la salobreja donde Jesús nos ha explicado su aventura por tierras cubanas con ese deje que solo los Andaluces tienen, una gozada visual y una narración divertida y amena. Luego se han dejado apalizar por mí…
Así ha acabado un día lleno de experiencias en las que la bici no ha sido la protagonista, aunque, después de lo vivido, a quien le importa eso?