Ayer me fuí a hacer una rutilla, en principio quería sólo pasar la tarde, pero a medida que me fuí metiendo en harina, digo, en tierra, la cosa se fué complicando hasta que llegó un momento que no pude más. así que me dí la vuelta y busqué otra ruta más fácil. Llegué por carril bici hasta Torre la Sal y ahí ví un camino que no había recorrido nunca y por él que me fuí, a ver si mi bici, mi Duopower y mi perineo podían soportar el camino en unas condiciones más o menos dignas.
La pista que me encontré era esta, tierra compactada al principio, hice uan paradita técnica cerca de un olivo plagado de aceitunas y tras el traguito de agua, encaré la pista, a ver como iba.
Encarando la pista, a partir de ahí fueron 8 kilómetros en las mismas condiciones en dirección este, cara al mar, entre los marjales de la Ribera de Cabanes.
La pista se iba poniendo peor y entre el calor que hacía y mis sudores por si rompía la bici hice otra paradita técnica para estudiar el siguiente tramo de camino, que ya no se podía llamar ni camino, tras esas piedras blancas que se ven al fondo está el mar y cuando hay temporal manda las piedras al medio del camino, con lo que se dificulta o impide la marcha.
Hasta aquí pudimos llegar, pero la rueda delantera y la trasera, se hundían entre la grava y era imposible mantener la dirección recta y por lo tanto con unos mínimos de seguridad, así que nos dimos la vuelta y nos volvimos por donde habíamos venido, teniendo que pasar de nuevo el peor tramo del camino, no hice fotos de él, pero era un traqueteo constante porque no pasan tantos vehículos del mal estado en que se encuentra.
Al final de todo, la bici quedó en este estado, no la había visto nunca tan sucia de polvo y os las pongo para que os hagais una idea de por donde pasamos. con una bici de carretera.
Aproveché para probar las cubiertas Vittoria Rundonneur de 700x28, una pasada de cómodas, las hinché a 7, no se si bar o psi, lo que sale en la bomba de aire y no se que es, después lo miraré.
Menudo tute que nos dimos, pero la bici aguantó perfectamente, incluso con los guardabarros y el portabultos, ni un tornillo se aflojó, con lo que ya puedo ir tranquilo con ella a meterme por pistas de tierra, que la bici y con estas cubiertas aguanta. En la pista con piedras y baches se oían ruidos de todo tipo, pero debía ser que la bolsa trasera rebotaba, porque los plátanos que llevaba salieron todos machacados, aún así me los comí, pues no tenía yo hambre ni nada. Cuando volví al asfalto volvió la suavidad y desaparecieron todos los ruidos y traqueteos, señal que los tornillos aguantaron en su sitio.
Pues nada, sigo pensando que con esta bici tengo de sobra para lo que yo hago, ahora una pasadita de agua y jabón, engrase de cadena y a seguir rodando.
He subido el track a wikilok, pero si alguien lo quiere lo puedo poner aquí, aunque hay otra carretera, también de tierra, que pasa en medio del humedal, entre las charcas y se pueden ver los patos, garzas y flamencos que por allí andan, o vuelan.
A ver si vuelvo por alli y me meto por la otra ruta del humedal y hago unas fotos para que veais lo bonito que está.
Sed buenos.
Dios creó la cerveza, el diablo la Coca-Cola.