Hay escritores, dibujantes, humoristas que han conseguido plasmar en su obra una recreación de la imaginación infantil -la de esos locos bajitos- en imágens metafóricas que arrancan una sonrisa al adulto. Pienso en Quino, en Saint-exupey y en Schulz.
De este último todos recordamos al perrito Snoopy, sentado encima de su caseta, ataviado con unas gafas de aviador emulando al as de la aviación en la primera guerra mundial.
Y de su popietario, Charlie Brown, nos viene en mente su adversión por los "arboles comedores de cometas" que esperan pacientemente que el torpe de Carlitos intente volar su cometa.
Esos árboles -terribles- EXISTEN!