Sin saberlo, este tipo de bicicleta es el que me gusta a mi y lo que pedí para mi Domane era eso, guardabarros, portabultos, robustez, ruedas de 28, diseño de cuadro cómodo y sobre todo que tuviera la rigidez y agilidad necesaria para meterse en todo tipo de carretera o camino pensando en practicar un ciclismo de larga distancia que me permitiera salir de casa por la mañana y poder cargar en la bici todo lo necesario para pasar el día. Al visitar las primeras tiendas y ver que la mayoría de marcas se decantan más por diseñar cuadros de competición en los que me costaba acoplarme, encontré la Domane y ésta cumplía con todo lo que pedía, con un extra de ligereza por el carbono utilizado en su construcción, el peso, 7,8 kgrs desnuda, lógicamente al montarle los portabidones, el gps, los guardabarros y el portabultabultos el peso aumentó, pero aún así no son más de 10 kgrs, tengo que pesarla en orden de marcha a ver en cuanto peso se queda, pero no pasará de esos 10 kgrs. y si algo hay que achacarle es que la frenada no es tan potente como en los discos, pero hay un modelo de Domane que si lleva frenos de disco, tal vez hubiera tenido que coger ese modelo de disco, pero tal y como estoy viajando la bici cumple perfectamete con su cometido.
Cuando empecé a recorrer kilómetros sin destino y mi único interés era ciclar cómodamente, ya era un randonneur sin saberlo, con una bici en la mente que creí que no existía, pero en mi cabeza sabía lo que necesitaba. Proviene de la competición, pero a la antigua, la diseñaron para las clásicas y no se si el equipo de ingenieros que la construyó tenía las brevets en la mente, pero es la bici perfecta para un randonneur, ahora sólo me falta que mis piernas le saquen el máximo partido.