Pues no va y me dice que se ha olvidado mi regalo más valioso en Santiago de Compostela y que no me preocupe que lo ha dejado esparcido por cada sitio que pase, que es muy grande, pero que me cabe en cualquier huequito de la alforja, que es muy valioso y que nunca, nunca, lo deje escapar…que esté tranquila, que el camino me guiará.
En fin chicos, que tengo una “gran misión de fin de año”, mañana salgo a buscar mi regalo, ya os contaré…y como no podré hacerlo el día 31 quería desearos que entréis en el 2012 con una gran sonrisa y que el año que viene os traiga por lo menos, por lo menos, toooodo lo que deseáis.
Que el 2012 sea todo lo bueno que pueda, y que nos traiga sorpresas, encuentros, proyectos y amigos.
¡Un abrazo fuerte!