Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
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La motivación personal que subyace a la decisión de emprender un viaje

&tarr; PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

  1. Hola a todo el mundo,


    hace tiempo que me ronda por la cabeza este tema…


    “Cuales pueden ser las motivaciones personales íntimas que nos hacen decidirnos en querer emprender un viaje en bicicleta”.


    Me gustaría preguntar, por ejemplo, si en vuestros viajes y aventuras en bicicleta habéis tomado la decisión de emprenderlos –digamos– por “exceso de…” (exceso de vitalidad, energía en exceso a canalizar, etc…), o por “falta de…” (falta de equilibrio en la situación personal en un momento dado, necesidad de reencontrarse, etc…)


    Posiblemente haya sido por una mezcla de las dos cosas, ¿o quizas por nada de eso…?  


    En el caso de las primeras aventuras, y sobre todo el primer viaje en absoluto, ¿qué os ha empujado a llegar a la conclusión que ‘debíais’ emprender el viaje?


    Tal vez, a bote pronto, uno estaría más propenso en creer que las grandes travesías que una persona se plantee tengan más que ver con ‘probarse y desafiarse’ o ‘reencontrarse’, y que quizas los cicloviajes ‘por puro placer’ sean las rutas más bien cortitas, pero personalmente me resisto a reducirlo todo en esos términos, porque está claro que el factor edonismo se da también en larguísimas aventuras (con un efecto multiplicador, además), e incluso cuando resulten físicamente durillas, así como que el exceso de vitalidad de quienes emprenden largas aventuras casi se puede dar por descontado.

    Publicado hace 10 años #

  2. Empiezo yo...

    En mi caso, no tengo mucha experiencia… un viajecito tranquilo por el suroeste peninsular por la zona del Algarve, un viaje Irun-Burdeos abortado a mitad de camino por causas diversas, una travesía atlántica con llegada a París, y un par de microaventuras una de ella que por cuestiones de tiempo y logística ha desafiado mi resistencia sobre el sillín.


     


    El primer viaje lo hice en compañía y fue como una pequeña ruta turística de placer con un toque aventurero. Todos los demás fueron en solitario.


    El viaje hacia Burdeos lo inicié con mucha ilusión, ninguna preparación previa e literalmente improvisado de un día para otro. Fue totalmente impulsivo, por exceso de ganas de hacer algo que me sorprendiese… vamos, un capricho casi.


    A París, en cambio fui físicamente preparado. Entre otras cosas fui con la idea latente de resarcirme del intento fallido de llegar hasta Burdeos. En este caso fue una mezcla (no explosiva) de querer embarcarme en una aventura inolvidable y hacer una gesta personal que me permitiera reflexionar profundamente durante el pedaleo, que me hiciese meditar en cierto sentido durante varios días, y que no sólo fuera gratificante al terminarla.


    Luego, ha habido un par de microaventuras que llevé a cabo simplemente ‘por ganas de jugar’. El ‘juego’ era entrelazar pueblos que tenían el mismo nombre o casi, sin más.


    ¡A vosotras/os la palabra, personas expertas y no tan expertas!  

       

    Publicado hace 10 años #
  3. Sinceramente creo que la cosa es bastante más simple, todo es ilusión, la ilusión de la libertad, el aspecto vigorista de sacrificio físico, llegado a un punto se supera.

    Publicado hace 10 años #
  4. A mi lo que me impulsa a hacer un viaje es la satisfacción personal del poder realizarlo,con sus pros y sus contras y el enriquecerme con lo que voy conociendo por donde paso. Un viaje o aventura en solitario me sirve para pensar en la situación que me rodea, para liberar extrés,relajarme e intentar conocerme más a fondo.Hasta donde soy capaz de llegar etc..Disfrutar de la vida y el momento.

    Un cúmulo de circustancias que me hacen mejorar en mi vida personal,social y laboral.

    Un saludo.

    La vida sobre la bicicleta es más vida!
    Publicado hace 10 años #
  5. No tengo ni gran vitalidad ni necesidad de quemar energias, mas bien al contrario. En mi a nacido como una necesidad espiritual provocada por las circuntancias. Ademas a ello le sumo que por naturaleza soy una solitaria(aunque pretendo hacer rutas acompañada, no dejo de tener necesidades sociales), la naturaleza me hace sentir fuerte y me reconforta. Imagino un dia..pedaleando con una meta que, sin problema, modificare si lo considero conveniente. Parando a descansar las veces que lo necesite y siempre que encuentre un lugar interesante. Desviandome si veo algo que me llme la atencion, tomandome el tiempo que quiera en contemplar un paisaje, tomar notas, respirar y meditar, observar la fauna o vegetacion, el cielo..tumbandome para la siesta..leer un libro,en fin.. hacer del mundo un disfrute y sintiendo libertad. Sabiendo que echare de menos algunas cosas y a la vez siendo consciente de que lo demas me compensa. Busco satisfaccion, crecimiento, enrriquecimiento y salud, todo ello a un nivel fisico,espiritual, intelectual,mental.. Tambien creo que viajar aporta conocimiento y sabiduria. 

    Publicado hace 10 años #
  6. cuando tenia 14 o 15 años, veraneaba en un pueblito de zamora (el de mis abuelos). casi todos teniamos nuestra bici, por aquel entoces se llevaban las bicis de cross. haciamos derrapes, saltitos aqui y alla, ibamos al rio...nos divertiamos. como todos. soliamos ir al bar con los padres y alli en la penumbra habia un gran mapa de la provincia. situe en él mi pueblito y a continuacion el de mis tios y primos, 28 km mas al oeste. ahi, en ese instante, surgio mi motivacion. le comente a mis primos y hermano que podriamos ir a visitar a nuestro tio y primos con la bici. con esa edad, hay experiencia mas iniciatica que esta? con 15 años y no saber lo que te vas a encontrar despues de la siguiente curva? para mi fue un viaje inolvidable. me ha marcado de por vida. y mi motivacion es simplemente aventurera, exponerte a lo desconocido, exponerte al desgaste fisico y mental, superar trabas que te van surgiendo, buscar nuevas gentes, lugares...

    asi surgio mi motivacion, simple

    "No se ve a ningún dios, tampoco fronteras" yuri gagarin. primeras palabras desde el espacio
    Publicado hace 10 años #
  7. Yo he tenido varias experiencias iniciaticas que me han marcado de por vida. De hecho, creo que cada viaje que hago es el primero que hago porque lo disfruto igual que el primero.
    Un viaje con los amigos un verano, armados con mochilones, cacerolas, etc., sin alforjas (bueno, uno si las llevaba, hechas de tela vaquera por su madre, riete tu de las Ortlieb :mrgreen:) y algunos sin portabultos, camino de Pirineos y Francia. Una soberana paliza, pesimamente planificada, donde pasamos un hambre atroz, una sed atroz, problemas mecanicos recurrentes (decenas de pinchazos y reventones) y alguna bronca que otra a causa de las dificultades. Todavia no se como alguno no acabo el viaje con alguna puñalada trapera en la espalda y tirado en la cuneta :mrgreen:. Aun asi, hubo momentos magicos y que no se me olvidaran en la vida. Este viaje me marco profundamente. Lo vivimos de una forma alocadamente libre. Me encanto.
    Otro viaje hecho con otro amigo a los Ancares, con la intencion de conocer pueblos con nombres evocadores que aparecian en atlas geograficos (Balouta, Cacabelos,...), alimentandonos a base de embutido y galletas. Cenando chorizo en la plaza de los pueblos. Comiendo chorizo en la sombra de algun bosquete. Tomandonos como mucho un cafe con leche y listo. Caninos de dinero como estabamos entonces. Durmiendo por primera vez al raso al fallarnos el alojamiento y no dejarnos algunos aldeanos un establo donde cobijarnos. Decenas de anecdotas que se marcaron a fuego en mi interior y que me enseñaron el camino a seguir. Esto del cicloturismo me atrapo definitivamente, aunque yo todavia no lo sabia.
    Despues, otro amigo nos inoculo el veneno del montañismo, enganchadonos por unas salidas organizadas por un club de montaña y subvencionadas por el Ayuntamiento. Una pausa de unos años que me dedique a hacer travesias por el monte de un par de dias. Durmiendo en el coche, en refugios, en chozos de pastor, al raso. Aquello se acentuo al morir mis abuelos y mi padre en un periodo relativamente corto de tiempo. Necesitaba "huir", alejarme del mundo y sentir el contacto de la naturaleza para sosegar mi atormentado espiritu y alejar mi tristeza. Estando alli me sentia mas cerca de ellos. Eran salidas de dos dias, vivaqueando al raso o en tienda de campaña. Sentirme integrado en la naturaleza me daba paz y fue la base que me sirivio para mi siguiente paso. Podriamos decir que me profesionalice y madure.
    Despues de aquello, volvi a retomar la bicicleta como compañera de aventuras de varios dias. Hubo un ERE temporal en mi trabajo y aproveche esos meses para hacer en solitario el Camino de Santiago del Norte hasta Oviedo, donde tuve un accidente y tuve que regresar. Fue un viaje que hice para desconectar de las tensiones del trabajo, pero en el que termino enganchandome el conocer a gente nueva y fantastica. Y gracias al accidente, redescubrir lo importante que es la familia y lo mucho que nos queremos.
    Despues de ese pequeño susto que les di, el año posterior quede con un compi para hacer el Camino de Santiago frances. Ruta acompañado, eso si. Ahi ya descubri (o mas bien tendria que decir redescubri) mi predileccion por esta aficion: viajar a lomos de una bici. Fue una especie de volverse a enganchar a un tren que habias dejado pasar, culminado por el magico y emotivo momento en el que llegamos a Santiago y nos fundimos en un abrazo mi amigo y yo y acabamos sentados unos minutos eternos en la plaza del Obradoiro, llena de gente pero con la sensacion de ser solo para nosotros.
    Y hasta ahora, me he escapado otras dos veces.
    Una en solitario por una ruta cercana al Ebro, que me sirvio para quitarme la espinita y los miedos que tenia clavados desde lo del Camino del Norte. Confianza que aumentaba en cada pedalada y con sus momentos magicos y paranoicos (vivaqueando en pleno monte y con decenas de pisadas y gruñidos muy cerca de mi tienda). Supongo que con la edad me estare haciendo menos atrevido y mas cauto. El cenar el ultimo dia con la moza, en una casa rural cerca de casa, fue la guinda del pastel. El ultimo dia era el tio mas feliz del mundo y aborrecia tener que llegar a casa y dejar de dar pedales.
    Y lel ultimo viaje que he hecho ha sido con la moza a Menorca. Un viaje mas relajado en el que cogimos la bici para darnos paseos por la isla y para volver el ultimo dia a Mahon. Una golosina, alejada de otro tipo de viajes mas campestres y sacrificados, pero que me supo igual de bien. Recorrer Barcelona desde el puerto hasta la estacion de Sants a lomos de las bicis cargadas de nuestros equipajes fue el colofon perfecto. Gran sensacion de libertad. Alguna foto con unas sonrisas de oreja a oreja corroboran esto que digo.
    Asi que respondiendo a tu pregunta, supongo que dependera el momento y las circunstacias de cada uno. Si tuviera que buscar un demonimador comun a todas mis salidas seria la busqueda de la libertad. De sentirme libre.

    Publicado hace 10 años #
  8. Leo  y quedo encandilado , sin duda son momentos mágicos, algo de lo que se empapa el cerebro, puro recuerdo, MUY buen recuerdo

    Un INFORME TECNICO de la NASA (de un importante costo económico) concluía que es técnicamente imposible que un abejorro
    sea capaz de volar
    dicho animal sin embargo cuenta con una enorme ventaja: ¡¡¡NO HABER LEIDO AUN EL INFORME!!!
    Publicado hace 10 años #
  9. Hola, muchas gracias por vuestras respuestas, tan íntimas y filosóficas, y por compartir esos recuerdos de grandes o pequeñas aventuras y viajes iniciáticos.

    Quizás el tema lo haya planteado un poco mal, de forma confusa al principio y sin darme cuenta de que con tantas premisas estaba reduciendo a priori las 'respuestas libres'. Al fin y al cabo, el reflexionar sobre qué nos hace mover, o de las expectativas que teníamos antes del primer viaje en bici -cuando no teníamos ni idea de cómo iba a ser la experiencia de cicloviajar-, pueden considerarse tan sólo unos puntos de partida.
    El tema de la motivación en todas sus facetas puede dar lugar a una conversación interesante...

    Publicado hace 10 años #
  10. Pues en mi caso creo que forma parte de mi espiritu aventurero, aunque mis aventuras no van mas alla de España pero desde hace ya años me gusta marcarme algun reto dentro de mis posibilidades anteriormente fue el veneno (como dice Patxigrino) del montañismo que me llevo a subir a los picos mas altos de la Peninsula algo de escalada.. canales de hielo..tenia en mente haver subido al Montblanc y bueno todavia puede que lo haga algun dia.. el caso es que volvi a coger la bici de montaña y deje el montañismo un poco arrinconado pero solo un poco porque se que volvere..hara un año descubri este otro veneno del cicloturismo no se cual sera mas fuerte pero este de momento me tiene mas enganchado de momento solo he echo dos rutas un poco largas el camino de Santiago desde Francia a Fisterra y recientemente he bajado de Madrid a la costa por Almuñecar y continue al cabo de Gata mas alguna otra excursion de varios dias por Extremadura, Valle del Jerte..valle Iruelas.
    Creo que me quedare con las ganas de dar la vuelta al mundo que es lo que mas me gustaria.. pero por lo menos tengo idea de hacer algo fuera de España..
    Resumiendo creo que me muevo a nivel de viajes largos por la satisfacion personal de conseguir los retos que me planteo y paralelamento disfruto de todo lo que lleva consigo.

    El unico simbolo de superioridad que conozco es la bondad.
    Beethoven.
    Publicado hace 10 años #
  11. La curiosidad.  El mundo es largo, ancho, estimulante!  La bicicleta tiene varias ventajas: da autonomía y tiene un ritmo adecuado para "conocer" además de "ver", activa sentidos que dentro de un vehículo a motor están adormecidos.  


    Y sobre todo, permite andar por los caminos mirando bien a derecha e izquierda, y de vez en cuando para atrás   Permite sentirse nacido a cada instante para darse cuenta de la eterna novedad del mundo!

    Creo que no viajo a ninguna parte atraída sólo por lo "exótico".  Busco más reconocer que descubrir (el mundo ya está sobradamente descubierto, aunque nos siga resultando tan ininteligible como el primer día).  Se trata de un ejercicio de reconocimiento, de "reeencuentro" con gentes, paisajes, lugares, pequeños objetos, con los gestos humildes, gestos sencillos capaces de crear un mundo;  pequeños saberes que constituyen lo que somos, oficios y ritos cotidianos, mitos en trance de extinción...  Todo lo que nos resulta cercano y que de algún modo ya conocíamos de antes.  


    La rutina perjudica seriamente la percepción
    Publicado hace 10 años #
  12. (Os escucho encantado, gracias!)

    Publicado hace 3 años #