Ibiza, flower power. Crónica.

Lo dicho. Quien escribe se ha dado una vuelta por Ibiza en la que la bici, en este caso mi Brompton, ha compartido protagonismo con otros artilugios y medios que un servidor utiliza para explorar esos mundos. Me explico, ha sido un viaje con mi furgo-camper en la que todo el equipo y equipaje debía ir dentro del habitáculo de 200x150 en cms. `Por lo que además de la cama, caja de útiles de cocina, caja de comida, caja de ropa y wc químico, debía además ubicar un mini-taburete a modo de silla, la bici y un caiac desmontable, un Cubykayak, éste último dormia de noche encima de la baca de la furgo. 

De cualquier modo, Ibiza está preciosa, gélida y luminosa, casi desprovista de turistas, con cara de sueño y las prisas de las personas que van a sus quehaceres cotidianos. La esencia mediterránea está por todas partes y empiezo a sentirme el protagonista de una historia que justo acaba de empezar. Bon dia, Eivissa!        

Te sigo LLuis, que con el invierno que estamos teniendo por el norte empieza a apetecer una escapada por mis tierras mediterráneas queridas....

Descubro la Ibiza irreverente, diferente.

Sigue, sigue!

Sigue, sigue!

Dejo atrás la ciudad de Ibiza, viajo con la furgo hasta Santa Eulària d´es Riu. Saco la Brompton y a ver qué encuentro.

Prosigo la ruta a bordo de la furgo. El motor ronronea  y yo guio la máquina a contenida velocidad hasta llegar a Cala Sant Vicenç, aquí pernoctaré en mi hotel rodante. Pero el dia ya se alarga y me da tiempo de sacar la bici antes de que las tinieblas me inviten a recogerme. Escojo ir hacia el interior, en dirección opuesta al mar, por un camino apto para automóbiles pero que me obliga a sortear los abundantes charcos fruto de las últimas lluvias.

Siguiendo hacia el interior el camino me lleva hacia una zona forestal. El genuino bosque mediterráneo aparece a lado y lado del camino: pinos, romero, lentisclo, sabina, aliaga, brezo...algunas especies en su hivernal floración.

De nuevo en la Cala Sant Vicenç, junto al monstruoso hotel vacío, aún me da tiempo de ver las últimas luces de un día, antes de encerrarme en mi cascarón metálico para descansar, rememorar los mejores momentos del dia, hacer planes para el próximo mientras el suave latido del mar me arrulla hasta que llega el sueño y los sueños. Bona nit, Eivissa!

Al final de la subida por las calles de la urbanización cojo un sendero que tengo que recorrer descabalgado de la bici y voy a buscar la mejor panorámica del lugar para contemplar la espectacularidad del paisaje. La isla de Tagomago ofrece un aspecto enigmático.

A media mañana el dia ya más luminoso me invita a cambiar de tercio. Plegar la Brompton, vestirme con el neopreno y sacar y montar el Cubykayak es un visto y no  visto. Deslizarme en silencio, con suavidad, sintiendo el esfuerzo, contemplando, descubriendo...Tan distintos cacharros como son pero el kayak y la bici me aportan similares sensaciones.

Delicioso paseo e inicio de la temporada de kayak por mi parte aunque sea a bordo de este primitivo artefacto flotante cuya hidrodinámica es parecida a la que ofrece una patata o un ladrillo pero cuya facilidad de montaje, almacenamiento y manipulación lo convierten en un tesoro.  Compararlo con las prestaciones de un kayak rígido de fibra no tiene sentido. Es para lo que es. El trío furgo-bici-kayak es para mi una opción fantástica.

Llego a Portinatx. La costa ofrece un paisaje muy particular. Aqui me moveré a pie entre un paisaje calizo modelado por la erosión que ofrece unas formas curiosas, para mi de gran belleza. El faro se erige como el gran guardián del lugar.