Buenas tardes a todos.
Después de haber ido a parar a este foro una y otra vez buscando toda clase de informaciones y después de haber fisgado por aquí unas cuantas veces, creo que es el momento de darme de alta, presentarme... y como no, haceros preguntas a los que sabéis algo de bicis viajeras, porque yo no tengo ni idea de nada.
Me llamo Ramón. Pasé la infancia subido en bicicleta, deje de montar con asiduidad cuando las primeras mtb. Hace 10 años, viviendo en Cantabria, me compré una Merida matts 500 convencido de que era una maquina de primera y de que la iba a usar hasta acabar con ella. En poco mas de un año fue la bici la que acabo conmigo: una postura criminal para mi gusto y una clara incapacidad mía para saber llevar un ritmo que pudiera mantener me hicieron aparcarla en el garaje y mirarla casi con asco, convencido de que era una maquina asesina concebida para matarme de un paro cardiaco. Muy bonita y con frenos de disco (que a mi me parecía de lo mas molon), eso si.
Esta primavera estuve tres días en Copenhague y como llevaba una agenda muy apretada se me ocurrió que alquilar una bici seria un buen modo de aumentar mi radio de acción y no quedarme sin pasar por Christiania. Y volví a experimentar, en una bici de paseo, el placer de ir en bici, erguido, viendo lo que pasa a tu alrededor. Volví con ganas de bici, pero vivo en Jávea en un sitio de pendientes infernales y no quise traerme la Merida que quedó en Cantabria porque sabia como de asqueado iba a acabar si lo hacia.
En Septiembre, en un arrebato de "vamos a ver que hay en milanuncios" me hice con una Megamo Climber talla M con ruedas de 700, le subí la potencia hasta rozar el ridículo y le puse un manillar elevado y con los puños inclinados hacia mi. Y una cesta. Desde entonces he podido usar la bici a diario, aumentando poco a poco tiempo y distancia y aumentando mi entusiasmo exponencialmente. Apenas hago 10 kilómetros de sube-y-baja-y-sube-y-baja en 45 minutos, pero llego a casa con las manos despiertas y sin echar los pulmones por la boca, un poco mas contento cada día.
Sin ninguna prisa pero con poca pausa empiezo a acariciar esa idea que siempre me sedujo de poder hacer algún viajecillo poco épico, muy poco épico, subido en mi bicicleta de manillar estratosferico. O al menos explorar la maraña de vías verdes cuando vuelva a Cantabria, amen de usar la bici como medio de transporte habitual para esos recorridos que no te da tiempo a hacer andando y es absurdo hacer en coche. Me encanta conducir, pero no para bajar a comprar el pan.
Como criatura deforme propia de una sociedad de consumo ya he babeado en mas de una ocasión mirando los cambios rohloff o bicis preciosas con transmisión por correa o las velotraum de todos los colores... y debo confesar que le he echado el ojo a las Cube Delhi y con la disculpa de tener otra bici en las Cantabrias igual cae antes de merecerla. Pero eso, si no os importa, lo dejo para el siguiente hilo, que bastante me he enrollado ya en este.
¡Salud! ... y buenos alimentos.