Aquí relato un poco cómo la bicicleta me llevó al miedo, el miedo al odio, y el odio al lado oscuro (no preocuparse, nada serio).
Mi primera bici de "chico mayor" la compré en el Carrefour (en aquel entonces Continente). ¿Me salió buena? Eso habría que preguntárselo al que me la robó. Y en el día de estreno.
Segunda bici, varios años después, también comprada en Continente. Con amortiguador delantero
Papá: "¿No quieres mejor esta otra? Por un poco más la tienes de aluminio"
Yo: "No no! Que esta tiene amortiguador!"
Un día, yendo a trabajar con la bici, tiré del manillar para subir un bordillo. Al bajar la rueda, el fantástico amortiguador del que tanto presumía se partió, y la horquilla y la rueda se fueron delante mía. Es como si vas en bici y de repente, 'plop!', desaparece la parte de delante.
De boca al suelo aún agarrado al manillar. Como dice la canción de La Mandrágora: "y yo agarrao al manillar como un gilipo… llas madre! Y yo agarrao al manillar como un gilipo o o llas".
La bici a arreglar. Ya no salía tan barato comprarla en el Continente. Al poco tiempo, una especie de chichón raro apareció en la llanta delantera, y chocaba con el freno a cada vuelta. Un rollo.
Un día, un amigo me sugirió hacer una ruta de carretera. Unos 20km. ¿Por qué no? Pues para empezar porque él llevaba una de carretera y yo una pesada mountain bike del Continente.
De todas formas al principio bien. Hasta que llegamos a una carretera estrecha de doble sentido con muchas curvas. Los coches pasando veloces a mi lado y yo acojonao.
Lo gracioso fue al llegar a aquella interminable cuesta… Por más que bajaba las velocidades, yo cada vez podía menos y menos, mientras mi amigo se perdía en el horizonte. Yo mirando al suelo y con la lengua fuera.
Al final no podía más y paré. Mi amigo oyó a lo lejos un "eeeeeeh!!!!", se dio la vuelta y allá abajo estaba yo, agitando un brazo y con la otra mano agarrao al manillar como un gilipo… llas madre…
Después de ese día malvendí mi bici. De eso hará unos 10 años. No he vuelto a montar en bici desde entonces.
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Ahora estoy en periodo de querer reconciliarme con ella. Estoy mirando de hacerme con una híbrida que me sirva para ciudad, hacer alguna ruta dominguera de nuevo como aquella fatídica vez, y que no me suponga un impedimento tampoco si me quiero meter por algún sendero forestal suave.
Y como soy de los que no aprenden… he visto en Decartón una por 250€, la Fit 300. Algo he leído, por aquí y por otros lares, que salvo las cubiertas, y los mangos del manillar que se salen solos, la bici está decente.
También pienso en buscar una de segunda mano, que por ese precio igual encuentro cosas muy decentes.
¿Qué opináis? ¿Consejos? ¿Críticas? ¿Risas a mi costa? He visto alguna que otra en milanuncios y segundamano, pero si sabéis de alguna otra estaría bien saberlo.