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Cronica de paseo por Bretaña para probar material (y consiguiente crítica)

&tarr; PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

  1. Buenas,
    DISCLAIMER: Esto no es ninguna crónica de ningún viaje. Es más bien una opinión sobre material con la excusa de un par de paseíllos
    Andaba yo algo apático el pasado fin de semana y se me ocurrió que sería una buena ocasión para largarme por ahí a probar algo de material que me había ido llegando últimamente. A saber: un GPS para cicloturismo, unas alforjas, una bolsa para transporte de bicis plegables, un retrovisor un poco "especial". Las reseñas están al final del post.
    Total que mire un par de mapas, entré en la web de la SNCF y tras ver que me lo ponían complicado y/o caro, a la mañana siguiente cargué la plegable en el coche y salí dirección Pontorson, al lado del Mont Saint Michel.
    Como el camino era largo y no había madrugado demasiado, llegué a destino a la hora de comer. Me busqué un sitio para dormir y aproveché para echarme una siestecilla. Pontorson, sin ser particularmente bonito, no está mal y es un lugar bastante tranquilo. La vía verde al Mont Saint Michel empezaba a 30 metros del hotel.

    Me eché una siestecilla y cogí la bici para irme al Mont Saint Michel a ver cómo sube la marea.

    A estas alturas no os voy a contar nada nuevo sobre el Mont Saint Michel; quien mas y quien menos se ha pasado por allí o le han contado de qué va el tema. Sin embargo, si sois de los que, como yo, sólo teneis (teníais) referencias "de oídas", debo deciros que la visita vale la pena.

    Desde Pontorson hay una vía verde que va derechita hacia el Mont Saint Michel. Va derechita, pero no llega a él. Se termina un par de kilómetros antes, a la altura de las válvulas hidráulicas del Couesnon. Allí hay un cartelito indicando que en ese punto está situado el último aparcamiento de bicicletas antes de llegar al islote, y que la circulación en bicicleta allí está prohibida. Más tarde vi que casi todo el mundo se lo pasaba por el forro, pero en ese momento creí que mis únicas opciones eran o dejar la bici allí aparcada o volverme al hotel.

    Llevando únicamente un candado de cable trenzado metálico del chino, y después de mi lamentable experiencia con el trunk bag del chino, estuve dudando seriamente qué hacer. Pero qué diablos, sólo se vive una vez, así que allí se quedó mi pobre Nishiki, atada patéticamente con un cablecillo que cualquiera con unos alicates hubiese podido cortar, y seguí mi camino a pie (para quien no le apetezca caminar, hay unos autobuses gratuitos, reversibles, muy curiosos, porque ambos lados del autobús son la parte de delante y la parte de detrás a la vez).

    El sitio es bastante alucinante, si planeais ir por allí, acercaos a esa hora a la que la tarde empieza a convertirse en noche.


    Anduve dando una vuelta por allí (administrativamente el Mont Saint Michel es un pueblo con 41 habitantes censados) y cuando empezó a subir la marea me volví a recoger (eso esperaba) la bici.
    Ver cómo sube allí la marea es algo casi mágico: En un plis plas la zona pasa de apéndice a isla. Las dos fotos siguientes fueron tomadas sobre el río Couesnon, en exactamente el mismo punto a la altura de las válvulas, con tan sólo 4 minutos de diferencia (podeis compararlas con la 4ª foto del post).

    Afortunadamente la bici seguía en su sitio, más sola que la una, eso sí.
    Me volví al hotel deshaciendo la vía verde, guardé la bici en el coche, y fui dando un paseo a cenar. Hay luz hasta bien entrada la noche (y digo bien, aunque parezca un contrasentido). La siguiente foto fue tomada pasadas las once de la noche:

    Al día siguiente amaneció lloviendo y con frío:

    Así que después de desayunar "emigré" en coche a tierras más cálidas, hasta Saint-Malo.
    El motivo de ir hasta allí, además de visitar la zona y librarme de la lluvia (el día estaba estupendo), era intentar comprobar si el Garmin Edge Touring es tan maravilloso como lo pintan. Sobre el papel, funciona como un GPS "de coche" pero genera rutas "de bici". Tiene un mapa de toda Europa incorporado (OpenStreetMap) y genera rutas en función de ciertos criterios (minimizando distancia, minimizando desnivel, etc) en varios modos: BTT, ciclismo de ruta, cicloturismo, pudiendo seleccionar si quieres evitar caminos sin asfaltar o no, etc. Lo tengo desde hace un tiempo ya que es exactamente lo que andaba buscando, sin embargo, habiendolo probado un par de veces por los alrededores, se me antoja extraordinariamente complicado de configurar y nada intuitivo. Además, como la zona donde vivo ya me la conozco, no había tenido ocasión de experimentar cómo funciona realmente la generación de rutas en la práctica. Con "en la práctica" quiero decir que estás en un lugar y quieres ir a otro, y no tienes ni idea de cómo ni conoces los alrededores, pero lógicamente esperas que el Garmin te solucione la papeleta, optimizando el camino, además, y llevándote por sitios que sean, por un lado, transitables y por otro, que evite las vías de mucho tráfico.

    Así que le hice una pequeña gamberradilla al GPS. Aparqué el coche en Saint-Malo, me fui hasta Dinard por la vía directa, que sería por donde NO se debería ir en bici aunque no esté prohibido (carretera departamental, pero de dos carriles por sentido, bastante tráfico, un par de semáforos, velocidad limitada entre 70 y 90 km/h según zonas, distancia entre ambos puntos de aproximadamente 7 km, y lo peor, arcén casi inexistente), y le pedí al GPS que me llevase de vuelta hasta Saint-Malo.
    La geografía de la zona es tal que en caso de prescindir de esa vía directa, el rodeo que hay que dar es épico.
    Pretendía que el GPS generase la ruta óptima que me permitiera pedalear tranquilo, pero sospechaba que me iba a hacer volver por donde había venido.
    Pero, para mi sorpresa, generó una ruta de 35 km que a primera vista prometía bastante.

    Tenía mis reservas al respecto de su "transitabilidad": he leído historias para no dormir de personas que afirman que el GPS ha intentado matarles incorporándolos a una autopista de 3 carriles por sentido.
    En un punto creí haberlo "pillado": en una intersección en la que la indicación del GPS parecía conducirme a la incorporación a una vía rápida que era el único camino que se vislumbraba en esa dirección ("ya estamos", pensé, "sabía que esto tenía que pasar"), en realidad, unos 50 metros más adelante, a la derecha, y escondido tras un pequeño terraplén estaba la entrada a una pista asfaltada que era por donde me quería llevar.
    El resultado me sorprendió gratamente: no sólo fue un camino cómodo, seguro y relativamente llano, sino que, además, fue de lo más pintoresco.
    Así que en este sentido, y de momento, sin quejas. Bastante bien. Eso sí, sigo pensando que la configuración y el manejo no son nada simples. O eso, o que me hago viejo, que todo podría ser. Lo mismo cuando me acostumbre termina pareciéndome sencillo.
    Durante el camino no paré demasiado a hacer fotos. Encontré un "vide-grenier". Estos eventos son muy populares en Francia y en teoría son encuentros en los que se venden/cambian objetos que ya no le sirven a uno, aunque en la práctica terminan siendo más bien ferias o mercadillos de antigüedades de escaso valor (cuando no directamente cacharros viejos y en bastantes casos inservibles) y ropa usada. Yo me compré unas gominolas.
    A media ruta aproveché para haceros una consulta sobre las nuevas alforjas Vaude que estrenaba en sustitución de la famosa (por lamentable) trunkbag del chino que algunos foreros respondisteis rápidamente, siendo las respuestas de gran ayuda.

    En cuanto a las Vaude, pues qué os voy a contar...que son estupendas, que se montan y se desmontan en un momento tirando del asa, que son impermeables, que son ligeras, que tienen una excelente capacidad...vamos, que son casi perfectas, y que lo único que necesito es encontrar la manera de colocarlas bien en la bici. Este tema se debe solucionar con un transportín adecuado y no tiene nada que ver con las alforjas.
    Además del GPS y las Vaude, también anuve probando una bolsa para transportar la bici y un retrovisor de casco.
    La bolsa:
    En Francia, las bicis plegables pueden viajar como una maleta cualquiera en todos los trenes, a condición de que cumplan con unas medidas máximas (no excesivamente exigentes) y vayan metidas en una caja o bolsa que evite que molesten (=manchen o enganchen) a otros equipajes o personas. Esta opción resulta extremadamente útil  la hora de viajar en tren, ya que existen trenes que no admiten bicis "normales" ni tan siquiera pagando. Por este motivo me "hice regalar" la bolsa que veis en las siguientes fotos, comprada en Amazon por algo menos de 30 euros:

    Debo decir que la bolsa es muy útil, y resistente, plegada queda del tamaño del bolsillo que veis en la ultima foto, y cabe cómodamente en el fondo de una alforja. Además aporta algo de proteccion adicional a la bici, lleva una correa con lo que te la puedes colgar al hombro (para ir no demasiado lejos, eso es verdad), y, sobretodo, es el billete de tren de la bici, motivo principal por el que la compré. Aún no la he subido a un tren, eso sí.
    El retrovisor:
    Desde que me he acostumbrado a pedalear con retrovisor (llevo un retrovisor "fijo" en todas mis bicis "fijas"), llevo muy mal el no disponer de él. Montar un retrovisor en una plegable que tiene que plegarse (valga la rebuznancia) no es nada práctico.
    Sin embargo, existe (atención!) el retrovisor de casco. Este apéndice, a ojos de los demás, acostumbra a provocar más hilaridad que otra cosa (o, al menos, esa es mi experiencia), sin embargo es otro accesorio que me resulta muy útil. Lo mismo la tranquilidad que me aporta es más un placebo que otra cosa (si un coche se me echa encima desde detrás, poco va a poder hacer el retrovisor), pero esa tranquilidad que me da tener la retaguardia (con perdón) bajo control bien vale que s rían un poco de tí de vez en cuando. Se fija mediante velcro, con lo que se puede montar y desmontar del casco a conveniencia de cada uno. Este sistema es ligeramente más incómodo que un retrovisor normal, ya que debes forzar un poco más la mirada. Sin embargo cumple con su cometido, y bastante bien. Además es muy barato (depende del día, como todo lo que se compra en Amazon, pero se puede encontrar por unos 7 euros). Se ha convertido en imprescindible.

    Saludos.
    PS. y si habeis llegado hasta aquí, ¡ENHORABUENA!

    Publicado hace 8 años #
  2. genial compañero! y gracias

    Publicado hace 8 años #
  3. Hola


    Gracias, que fotos!! qué zona tan bonita, no conozco y me la apunto...

    Saludos

    Publicado hace 8 años #
  4. gracias por los aportes

    como siempre un placer leerte

    Publicado hace 8 años #
  5. Las cosas  como son, Francia ofrece unos paisajes y una orografía realmente agradecida para pedalear.

    Muy chulas las fotos y de ayuda para quienes piensen en esa zona como una posible ruta a tener en cuenta.

    Un INFORME TECNICO de la NASA (de un importante costo económico) concluía que es técnicamente imposible que un abejorro
    sea capaz de volar
    dicho animal sin embargo cuenta con una enorme ventaja: ¡¡¡NO HABER LEIDO AUN EL INFORME!!!
    Publicado hace 8 años #
  6. Hola, amantes del cicloturismo.

    Salgo el 28 de mayo hacia Rennes para recorrer la Bretaña pasando por Redon, Pontivy, Roscoff, Saint Malo, Mont Saint Michel y bajar hacia Rennes.Salida el 11 de junio.¿ me recomendais el sentido horario por el tema  de los vientos en la etapa Roscoff-MontSaint Michel? ¿alguna sugerencia más?
    Gracias.

    Publicado hace 7 años #
  7. El canal navegable que va de Nantes a Brest es precioso. Una vez allí, los montes de Armórica y por fin, el último pueblo de Bretaña, el que está situado más hacia el oeste, Le Conquet, no tienen precio.
    Bretaña bien vale una visita..., o dos!!

    Publicado hace 7 años #
  8. AntonioPMI dice: Hola, amantes del cicloturismo.

    Salgo el 28 de mayo hacia Rennes para recorrer la Bretaña pasando por Redon, Pontivy, Roscoff, Saint Malo, Mont Saint Michel y bajar hacia Rennes.Salida el 11 de junio.¿ me recomendais el sentido horario por el tema  de los vientos en la etapa Roscoff-MontSaint Michel? ¿alguna sugerencia más?
    Gracias.
    De Rennes ( su parte antigua bien vale una visita) sale la vía verde de la Vilaine hasta Redon. Creo recordar que son unos 90 km casi todos al ladito del río y sin ninguna dificultad.

    Publicado hace 7 años #