buenos y preciosos días a todos, aunque sean de lunes, supongo que mi prisma de esta mañana tiene todavía los colores del día de ayer, y de la cena del sábado, en la que pudimos conocer a estos tres valientes que van camino de Copenhague, en una dura tarea por un compromiso ante todo consigo mismos.
El sábado quedamos ya sorprendidos el conocerles, y comprobar la calidad humana que tienen, el domingo pudimos comprobar que eso se multiplica por infinito con el roce y al compartir momentos.
Nos quedamos alucinando por la generosidad de Manuel, Hector y DAvid, por el cariño con el que se enfrentan a este reto, por su humanidad y los valores tan hondos que tienen. Compartimos una cena maravillosa en Lavapies junto con Greenpeaces, quienes les han dado una acogida extraordinaria en Madrid, apoyándoles en todo lo que ha estado en su mano, y nos despedimos sin ganas pero conscientes de que el día siugiente iba a ser duro, cada uno tiro por su lado, saboreando las risas de la cena, las bromas, las confidencias, los porqués, y qué pasará mañana, cuántos seremos, (Y en mi caso las dudas y miedos ante la etapa, miedos que se confirmaron al día siguiente).
Aquí quería poneros una foto de los tres chicos, y del grupo que se formo al día siguiente, pero mi empresa ha bloqueado los enlaces a las páginas de subir imágenes y demás, así que no puedo poner fotos, joo, qué rollo, se las intentaré pasar a Manuel y si él quiere y puede, pues que las suba. o lo intento desde otro sitio.
El domingo a las 9.30 en Cibeles empezamos a reunirnos gente de todo, greenpeaces, bicicritica, pedalibre, y gente que venía por su cuenta, en total unos 30 ciclobiciclistas, desde el primer momento el ambiente en el grupo fue estupendo, de pura risa y de mucha ilusión. La salida de Madrid laaaarga, pero muy ilustrativa, aprendimos todos cómo llegar al aeropuerto, y a mi a ratos me hubiera gustado tener poderes para cambiar los semáforos y ponerlos todos en verde, qué horror ir parando en todos y cada uno de ellos.
El primer escollo meternos o no por el tunelque hay cerca del aeropuerto, hacia Paracuellos del Jarama, que tiene una impresionante prohibición para bicis, pero allá que nos metimos, y la verdad que la prohibición no se entiende, bien iluminado, un arcén enorme, total qu emás risas cuando nada más entrar en los luminosos aparece: "Atención¡ Ciclistas en el arcén" y el convencimiento de que la Guardia Civil nos iba a esperar a la salida para darnos una receta. Pero no, salimos más contentos que nadie, y a mi se me quitó la contentura cuando empezamos a subir a Paracuellos, en Cibeles se había votado etapa sin cuestas, y aquello no era una cuesta, aquello era la subida al Everets, poco menos, mi mente no se había preparado, y me desfondé totalmente, menos mal que Javi, como siempre a mi vera dando ánimos, y Antoñito, que vio que me quedaba sin ánimos, y nos esperó, se puso a mi rueda y con una paciencia infinita me fue ayudando a subir. qué duro, y a la subida todo fueron aplausos. jeejejje La gente era así de maja.
Yo me quedé tocada para toda la etapa, y en un desvío en el que había la posibilidad de ir a Alcalá de Henares y volver a Madrid, pensé que sería lo mejor para no darle el día al grupo, y cuando ya nos habíamos separado del grupo, me entró el gusanillo, la pena de no acompañarles todo el camino, y nos dimos la vuelta para ir en su busca. ayss leñes si hubiera sabido lo que quedaba.
Camino de sube y baja todo el tiempo, con un calor de justicia, imaginaros si iba yo un poquito mal, que cuando nos quedaban 25 kms para Guada, hicimos otra parada, y al ir llegando a la sombrita guapa que habían buscado los primeros del grupo, yo pensaba "madre sí que voy mal que ahora veo alucionaciones, estoy viendo un puesto de fruta", evidentemente había un puesto de fruta, que nos vino a todos como agua de mayo, ejejejejje
y nos quedaba otra cuestaca, uffff la subida que arropa Guadalajara, un horror y ahí estuvo Enrique, de Bicicrítica, a mi lado todo el tiempo, y entre charla, pastelito de manzana y charla, nos llevamos mutuamente en volandas hasta Guadalajara, donde nos esperaba una caja llena de bocatas, felicitaciones, besos, y despedida de nuestros tres héroes, que siguen camino hacia Copenhague, sólo espero que vayan encontrando en el camino gente que les acompañe auque sean unos pocos kilómetros, o que les reciba en cada ciudad por donde pasen, porque eso anima, ayuda, conforma y recompone.
para nosotros ha sido un placer y un honor compartir esa etapa, nos ha sabido a poco, pero nos quedamos con el corazón lleno de alegría por haberos conocido, suerte chicos, sois muy grandes y muy especiales, y desde aquí seguiremos animándoos y apoyándoos hasta que lleguéis a vuestro destino, cualquier cosa que podamos hacer desde aquí, contad con nosotros.
un besazo enorme