Hay muchos tramos, en la parte montañosa, que yo opino que no son practicables para una bici, especialmente si va cargada con alforjas. Y si además es de rueda pequeña... Pero no importa porque siempre hay alternativa por carreterilla tranquila. Yo ya no estoy para arriesgarme a una caida, encima viajando solo... así que por eso digo que yo hice mi Camino Primitivo: pasé por todos los hitos importantes del Camino, pero siempre que pude elegí una ruta cómoda de rodar, aunque a veces también me daba pena no seguir la Senda fielmente. No obstante hay muchos tramos de Camino que forzosamente siguen las carreteras. Os cuento de la parte asturiana, que creo que es donde más dificultades hay.
La salida de Oviedo por el Escamplero rumbo a Grado y Salas no tiene ninguna dificultad. Fundamentalmente carreteritas tranquilas y algún camino soslayable en caso de que haya demasiado barro. Para pasar de Grado a Cornellana tienes dos opciones:
1 - Seguir el Camino por San Juan de Villapañada (albergue) y el santuario del Fresno (subida exigente, por cierto) y luego bajar a San Marcelo. Si no hay mucho barro y tienes buenos frenos, se puede hacer. De San Marcelo a Cornellana por Dóriga es carretera.
2 - Aprovechar que la nueva autopista ha reducido el tráfico de la nacional a niveles soportables y hacer tranquilamente la subida a la Cabruñana (300 m de desnivel) y consiguiente gloriosa bajada.
Yo opino que es recomendable la parada en el albergue de San Juan, atendido por Domingo, un tío estupendo que te dará toda la información que necesites.
Desde Cornellana a Salas, no te comas el coco y tira millas por la nacional. Es conveniente llegar a Salas descansado porque toca subir el puerto de La Espina (unos 500 m de desnivel) y luego, para llegar a Pola de Allande, aun quedan otros dos puertucos, Piedratecha y Lavadoira, de unos 200 metrillos de desnivel cada uno.
La subida a La Espina, mejor por carretera porque el camino está embarrado de narices. Hay que armarse de paciencia porque aunque la carretera no tiene mucho tráfico, tampoco tiene arcén y los camiones pueden resultar algo... fastidiosos. En la zona de La Espina y Tineo el que va en bici es el puto amo.
Ojo con equivocarse en Piedrallonga y seguir tranquilamente hacia Allande por Gera, como me pasó a mí, que tuve que dar la vuelta y volver a subir lo que había bajado por error. Hay que desviarse para subir a Piedratecha.
Quien tenga gana de aventura y esté cachas podrá disfrutar de paisajes impresionantes siguiendo los caminos, pistas de tierra, que van por todo lo alto de la sierra de Tineo desde La Pereda casi hasta Piedratecha. Las pistas son para el mantenimiento del parque de generadores eólicos. De todas formas el Camino Primitivo no sube tan alto.
En el alto de Piedratecha uno puede: bajar a visitar el monasterio de Obona (en reconstrucción) lo cual supondrá luego un paseo subiendo por un camino que atraviesa un bosque para volver a la carretera en Villaluz, o pasar y seguir de frente hacia Borres. Conste que para los auténticos peregrinos la visita a Obona era obligatoria.
El tramo desde aquí a Pola de Allande se hace larguillo. La carreterilla estaba en obras hace un año. Desde el alto de Lavadoira toca bajar a la Pola (unos 300 m de desnivel). De nuevo si eliges seguir la senda de los peregrinos vas a arriesgar el tipo por culpa del barro, las piedras y las empinaduras. Se pasa por un pueblín precioso, Ferroy. Yo bajé esa senda andando en cierta ocasión y por eso, cuando vine con la bici rumbo a Santiago, preferí bajar hasta Pola de Allande gastando frenos por la carretera.
En el Camino Primitivo el coco feo para los ciclistas es la etapa de Pola de Allande a Grandas de Salime. Primero hay que subir al Alto del Palo, más de 600 m de desnivel. El que quiera hacerlo por el sendero, allá él, pero te aseguro que va a pasar la mayor parte del tiempo empujando por caminillos en cuesta, estrechos, embarrados y llenos de piedras gordas y sueltas. La alternativa es obvia: subir tranquilamente por la carretera, que tiene poco tráfico, y al cuerno con los puristas.
Desde el Alto del Palo hay una primera bajada que uno no se quiere perder. Con lo que costó subir, no apetece dejar de disfrutar del premio de deslizarse suavemente cuesta abajo. En Berducedo los peregrinos a pie no tienen problema en subir a La Mesa para bajar luego al embalse de Salime por una trocha que pierde, zig-zagueando por una empinadísima ladera boscosa, los casi 800 m de desnivel. Yo por ahí no bajo ni loco. En lugar de eso seguí tranquilamente la carretera disfrutando del paisaje. Porque luego toca subir otros 500 metrillos para llegar a Grandas (yo llegué un poco más allá, hasta Castro, donde encontré un alojamiento D.P.M.)
Desde Castro seguí por carretera hasta coronar los puertos del Acebo y entrar en Galicia (unos 400 m de desnivel). No tuve más remedio porque había tanta niebla que no se veía nada. El Camino sigue la carretera en líneas generales y me parece que no merece la pena ahorrarse asfalto. En la primera parte de ruta entre Fonsagrada y Lugo hay algunas sierrecitas que cruzar, pero uno ya estará curado de espantos a esas alturas del viaje. Los aventureros de verdad se pueden desviar nada más pasar Montouto por lo alto de la Serra do Hospital pero yo no lo recomiendo: además de tener que subir, existe el riego de perderse... ¡Con lo bien que se va por esas carreteritas solitarias, hombre!
El Camino Primitivo es corto pero exigente. También es solitario. No hay demasiada infraestructura. Nada que ver con el Camino Francés, al que se junta al final. Por cierto que cuando uno llega a éste, en Melide o Arzúa, sufre el contraste entre la soledad y el sosiego al que estaba acostumbrado y el ambiente comercial y festivo del resto de la ruta. Y acaba echando de menos la dureza la las montañas. Demasiada gente, demasiado negocio y demasiada superficialidad para mi gusto.