Bueno he terminado el camino de
Santiago vía de la plata. Trece días he tardado pasando por pueblos y ciudades
como Castiblanco de los Arroyos, Almadén de la Plata, Monasterio, Zafra, Mérida,
Alcuesta, Cáceres, Galisteo, Calzada de Béjar, Fuenterroble de Salvatierra, El
cubo de la Tierra del Vino, Tabara, Laza, Ourense, etc., etc., ciento de
pueblos.
Por el camino, encontré a tres
bicigrinos que salieron de Sevilla (uno de ellos italiano “Manu”), y dos
hermanos de Morón de la frontera. Prácticamente hemos ido coincidiendo por todo
el camino, haciendo kilómetros juntos. Es impresionante la camaradería que se
llega a establecer.
También impresionante los
paisajes, espectaculares. Y como no, las noches pasadas en la tienda de campaña
en esos parques nacionales…silencio, oscuridad, soledad y viendo el cielo, las
estrellas… Para aquellos que aun no lo han hecho y lo deseen, y para los que ya
lo hicieron y estarán de acuerdo conmigo, lo mas duro del viaje, al entrar en
Galicia…Orense, un rompe piernas brutal. Y subir esos puertos…maravillosos,
duros, pero bestial.
Se pasa por momentos, algo así
como una vida concentrada. Los sentidos y emociones se acrecientan, para
vivirlos en estado puro. Y al llegar a Santiago la emoción de todo lo pasado
estalla en una gran emoción.
Acabo de llegar y ya estoy
pensando donde ir a viajar…emocionante. Mi sueño, de viajar por el mundo, cada
vez más arraigado en mi corazón.
Aquí os dejo unas fotitos…