Bufff, si Julian Fergar rompe la estadística yo la destrozo
Desde bien cría, cuando iba con mis cinco hermanos y mis padres de excursión al campo (cada domingo), raro era el día que no me caía, ya entonces tenía fama de torpona, pero claro, si me gustaba subirme a los árboles, correr persiguiendo ovejas, trepar a todas las rocas que me salían al paso, pues eso... Luego empecé a aprender a andar en bici y también eso me provocó alguna caída, igual que cuando comencé con los pedales automáticos, caídas que se multiplicaron cuando me dio por la btt y me metía por trialeras que aún no estaban a mi alcance... Esta misma mañana he tenido un poco de sentido común y no he cogido la bici, ya he tenido más de una experiencia de caerme bajando algún puerto por culpa del hielo y me da pereza repetir, así que he subido andando a un monte cercano a casa para disfrutar de la nieve, pero no he podido evitar un resbalón y una caída de bruces por culpa del traicionero hielo, que no ha tenido más consecuencias que unas risas conmigo misma
A lo que voy, que sí, que tengo cierta tendencia a caerme, pero porque no paro, "a quien anda le sucede". Si me quedara en casa sentada en un sillón no me caería nunca así que... ¡vivan mis cicatrices!
¡Bici, bizi, vici!