Hola,
bueno, yo desde un viaje por Grecia y Turquía hace unos años llevo la antitetánica y la antirrábica; ésta última sin protegerte del todo te da un margen mayor de días para tratarte, importante según dónde te pille la mordedura en cuestión.
Por suerte aún no me ha mordido ningún perro pero ataques los he tenido de todos los colores. En ese viaje, sobre todo en Grecia, fue constante. Llegué a contar veintitantos ataques en un día, desde el típico perro de guarda de una casa o una nave industrial, a los mastines pastores de los montes Pindo (hay osos y lobos), terroríficos con sus collares de púas, pasando, por supuesto, por las manadas de perros asilvestrados que me rodeaban en cualquier carretera secundaria.
Sigo sin entender qué es lo que les atrae tanto, no sé si será el movimiento de las piernas o algún tipo de sonido imperceptible para nosotros que produce la bici (como cosa curiosa observé también que por allí, cabras que estaban en los márgenes de la carretera y que no se inmutaban ante camiones o coches huían al ver u oír la bici).
A raíz de ese viaje me informé sobre mecanismos para controlar esos ataques y es lo de siempre: cuando hay multitud de soluciones para un problema simple, suele ser síntoma de que ninguna funciona.
Los espantaperros electrónicos por ultrasonidos no me los recomendaron ya que, según me contaron algunos, a veces pueden "enfadar" más al animal en vez de espantarlo.
Lo de el agua supongo que está bien pero presupone un solo perro atacante, un bidón lleno o casi, demasiada cercanía al bicho en cuestión, buena puntería (algo dificil cuando a la vez pedaleas y esquivas camiones); no veo bien como puede servir ante el ataque de, digamos, una jauría de veinte perros asilvestrados con malas intenciones.
Probé con un espray de pimienta (legal y que no causa daño, ya que la idea no es echárselo al animal sino al aire delante del animal para que así no avance) y funcionó de aquellas maneras. Algunos se echaban atrás, otros continuaban como si nada.
Finalmente he optado por echarme al bolsillo un par de piedras, no para golpear con ellas sino para que caigan delante del bicho y le hagan vacilar durante un par de segundos mientras acelero y me lo quito de encima. No siempre funciona, cada animal es un mundo, pero por suerte aquí sigo con las piernas intactas.
(Creo que está de más decir que, como imagino que a la mayoría de foreros, me gustan los perros y que jamás haría daño a un animal salvo en esos casos en los que se trate de él o yo. Estudié unos años Veterinaria y tampoco me asustan los animales en general y, más o menos, estoy acostumbrado a tratarlos. Y por eso precisamente cuando ataca un perro peligroso y descontrolado se le disparan a uno todas las alarmas).
Saludos (¡y que se mejore esa herida, todoal3!).