La semana pasada cayó una nevada guapa en todo el norte de Navarra. Ayer vi en la tele unas imágenes de cómo estaba la subida al santuario de San Miguel de Aralar, con la carretera ya totalmente limpia pero con unas paredes de nieve impresionantes, y no he podido evitarlo, me he escapado esta mañana. Hoy hace un día espectacular, pero para los próximos días se estropea la cosa. Además los fines de semana, si hay nieve, esa carretera se colapsa de coches y familias con trineos. Sospechaba que hoy, día laborable, la tranquilidad sería total, y así ha sido.
Desde el inicio de la subida ya he podido disfrutar de un paisaje nevado guapo guapo.
Mirad, mirad el pueblecito de Baraibar, cómo lucía sus mejores galas...
Durante los primeros kilómetros el nivel de nieve estaba bien, pero tampoco era algo exagerado.
Los hayedos en invierno tienen un aspecto triste, pero hoy entre la luz del sol y el reflejo de la nieve estaban preciosos.
Conforme iban avanzando los kilómetros la altura de la nieve iba aumentando, de modo que en el kilómetroooo... bueno, no sé qué kilómetro era, pero allí ya había un metro de nieve...
Uyuyuyyyyy, a ver si por apoyar allí la bici iba a provocar un alud...
A falta de dos o tres kilómetros para llegar a la cima se han comenzado a ver las impresionantes paredes que vi en la tele y que me han atraído como si fueran un imán...
Y así, casi sin darme cuenta, ha aparecido ante mí el Santuario de San Miguel de Aralar. De todas las veces que he subido allí ha sido, sin duda, la vez que se me ha hecho menos duro. Estaba todo tan precioso que he ido quemando kilómetros sin apenas darme cuenta, qué preciosidad...
No he podido acercarme mucho al santuario porque las placas de hielo lo impedían, pero al menos he podido hacer una foto para dejar constancia de haber llegado hasta allí. Además tampoco era cuestión de entretenerse mucho, ya que hacía un frío que pelaba. Si abajo, en Lekunberri, estábamos a -3 ºC no quiero ni pensar a cuánto estaríamos allí, 700 metros de altura más, y con viento, brrrrrrr...
En fin, eso es todo, una subida tan guapa tenía que compartirla con vosotros. ¡Hasta la próxima!
¡Bici, bizi, vici!