Me van a perdonar el centralismo pero una de las ventajas de vivir en Madrid es que a pocos kilómetros de la capital en cualquiera de sus direcciones tenemos todo un abanico de joyas naturales que merecen una visita. Hacia el oeste, los picos de Gredos sirven de marco para todo un conjunto de pueblos serranos, de casas de piedra oscura y tejados de pizarra roja; habitados tradicionalmente por pastores, puesto que esta sierra, de apariencia rica, tiene una tierra poco fértil que deja poco espacio para la supervivencia.
El viaje que nos cuenta Kamarro esta semana habla del buen humor, de las sierras nevadas y de desayunos con pan de leña. ¡Esperamos que lo disfruten!
La ruta
La parte de la ruta que más te ha gustado
Todo, absolutamente todo es recomendable. La bajada de Navarredonda al Barco discurre a través de una postal de dos horas. En realidad, desde el punto de vista del entorno apenas hay algún kilómetro de todo el viaje que desmerezca.
El pelotón
En este viaje íbamos... 1 persona.
Las bicis y el equipo
- Tipo de bici: TREK SU300, con ruedas semislicks 1,35”. Una bici usada de 4 años.
- Cómo llevabas el equipo: Bolsa sobre el transportín
- En qué plan íbais: Básico
- ¿Algo que te sobrara o faltara?: Sobraban 12 kilos. ( Además de los de la mochila, quiero decir )
El viaje
El mejor día
Todos. Espléndida primavera. Poco tráfico , excelentes carreteras, paisajes impresionantes y paisanaje amable y cooperativo. Más que sorpresa, la constatación de que a pesar de todas las crisis, la gente sigue siendo estupenda y cooperativa (hablo en general. El jefe de SAMAR en Madrid, no)El peor día
El del viaje en autobús Bilbao-Arenas (y la vuelta) con parada en Madrid. Un latazo.El mayor quebradero de cabeza
Dos: uno, atravesar Madrid. A la bajada, por superficie, en bici. De locos. A muchos de los que hacen descenso me gustaría verles aquí… A la subida, en Metro.El segundo, las duras negociaciones con el “invisible” responsable de la empresa de autobuses SAMAR en la Estación Sur de Madrid. En un principio se negaba en redondo a transportar la bici, ni aún embalada, y ni siquiera se dignó en salir de su “cueva”, a donde acudían a consultar una y otra vez los empleados de la ventanilla, más sensibles a mis argumentos. Sin embargo, en la estación de Arenas, los amabilísimos empleados de la misma empresa me dieron toda clase de facilidades. Son más razonables en ALSA/CONTINENTAL, donde basta con embalar la bici de forma que no dañe el resto de los equipajes para que la acepten.Si repitieras el viaje, ¿qué harías diferente?
Intentaría acertar con los números de lotería, cupón y bonoloto que compré el último día.Recomendaciones a alguien que vaya a hacer este viaje
Dormir: Albergue de Navarredonda. Marco incomparable (de verdad: a 200 metros, en el Parador Nacional, pagan diez veces más para disfrutar de lo mismo). Atención amabilísima. Precios de escándalo. Conviene reservar con antelación.Comer: En todo el trayecto se encuentran innumerables sitios para comer bien y barato, pero merece la pena parar en Los Carretero, a 4 km. de Candeleda. Relación calidad/precio espectacular.
Creo que los fines de semana las condiciones de tráfico y alojamiento empeoran bastante.
El trazado no es excesivamente exigente, los puertos son largos pero tendidos. Pero ya se sabe que es mejor poder con la bici, que la bici pueda contigo. “A falta de potencia, buena es la paciencia”, o como dice un amigo: “ con tiempo y con piñones, me paso los puertos por los…”pantalones”. Con buen tiempo, como ha sido mi caso, es una vuelta para disfrutar, y mucho. Seguro que habrá segunda parte.
Puedes descargarte el rutómetro aquí: http://www.rodadas.net/wp/wp-content/uploads/2009/11/Vuelta-a-Gredos-09.-Rut%C3%B3metro.doc