Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
Volver arriba

Resumen y algunas fotos

  • 2 de October de 2008

Mapa completo del viaje por África

Mapa sacado de la web de Zaida e Isidro

Nuestro trayecto empieza en la ciudad de Windhoeck, para cruzar después el Namib Naucklufft Park hasta la ciudad costera de Swakopmund. Allí continuaremos por la costa atlántica hasta el antiguo asentamiento de Heanties bay, a las puertas de la Skeleton Coast. Después nos dirigiremos al este otra vez por el Namib, cruzando Damaraland, la tierra de los damaras y hasta la Transkalahari Highway, donde finalizaremos nuestro recorrido. En total 540km pedaleando por uno de los climas más extremos del mundo.

Preparativos y Logistica

Los primeros problemas que nos planteamos durante los preparativos de la travesía, son los de transporte y logística: ¿Cómo transportar en la bicicleta tantos litros de agua?, ¿y la comida?, ¿se puede encontrar agua en el desierto?, ¿vive alguien en el Namib?. La respuesta a muchas de estas preguntas las encontramos en el Departamento de Estudios Geotécnicos de la ciudad de Windhoek. Allí por unos cuantos dólares conseguimos mapas detallados a escala 1:25.000 del desierto. Una primera ojeada a los mapas nos revela una gran cantidad de pequeños triángulos azules, siempre cerca de pistas o de lo que parecen antiguas edificaciones, aunque sólo aparecen durante los primeros 200km; después nada de nada. Bien, estos triángulos son extracciones de agua por bombeo (pump water), en muchos casos dentro de grandes explotaciones ganaderas y en otros casos formando parte de antiguas minas de uranio o de piedras semi-preciosas, muy abundantes en el Namib. Agua de calidad dudosa, pero al fin y al cabo, agua.

El problema del transporte de agua lo solucionamos gracias a Michel I Clarisse, unos amigos de Windhoek que gestionan Ben Namibia, una ONG que forma mecánicos de bicicletas, y fabrica y entrega bici-ambulancias a comunidades del norte de Namibia. Ellos nos dejaron un carro para transportar 20kg extra, 15 de agua y 5 más entre comida y material de reparación de las bicis. Respecto a la comida, un buen surtido de nudlles, sardinas y carne sudafricana enlatada y grandes cantidades de Biltog (carne seca de kudu y orix), leche en polvo y café serán suficientes.

Primer obstáculo: el clima

El 17 de septiembre nos ponemos en marcha. Los primeros kilómetros son asfaltados, pero poco después empieza la pista y los problemas. No estamos acostumbrados al peso del carro, la conducción es difícil y encima la rueda delantera es demasiado estrecha y se hunde constantemente en la arena. Tenemos que salir empujando la bici de estas trampas, con el consecuente desgaste físico que supone. Para redondearlo, la temperatura durante el día ronda los 50 grados Celsius y las pocas sombras que encontramos las tenemos que compartir con serpientes, escorpiones, chacales y todo tipo de insectos. Para evitar las horas centrales del día establecemos desde el principio una rutina de horarios: Nos levantamos a las 4’00h de la mañana, recogemos el campamento y desayunamos; a las 5’00h empezamos a rodar para aprovechar el fresco de las primera horas; a las 11’00h paramos y utilizamos los aislantes de dormir para “fabricar” sombra. Volvemos a ciclar a las 4’00h de la tarde, cuando baja el sol y hasta las 6’00h de la tarde. Después montamos el campamento y cenamos pronto. En el Namib, las noches son frescas y las puestas y salidas de sol, sencillamente espectaculares, es cuando todo alrededor nuestro se vuelve de color rojo intenso. En el desierto, la sensación de soledad, la ausencia de sonidos y el horizonte infinito nos cautiva.

Los tres primeros días son los peores. La pista es muy mala, no para de subir y bajar y encima tenemos que cruzar ríos secos donde nos quedamos atrapados en la arena. El tercer día nos damos cuenta de que ya hace dos días que no vemos a nadie, nada, ni un alma. Aún así el mapa no falla y vamos encontrando pequeños puntos de agua que tratamos con pastillas potabilizadoras antes de consumir.

“Farm Niederschasen”, último lugar habitado

La explotación ganadera de Niederschasen es el último lugar habitado antes del Namib Naucklufft Park y el último lugar donde abastecerse de agua. Después durante 200km nada de nada, el desierto absoluto. En Niederschasen reponemos fuerzas y nos hidratamos bien. El 20 de septiembre entramos en el verdadero desierto, el punto de no retorno.

El paisaje es increíble, puro desierto . Pero no estamos solos, nos acompañan cebras, avestruces, orix y springboks, corriendo cerca nuestro. Ciclamos por rectas de hasta 40km de largo y por un terreno que nos permite rodar a unos 20km/h. Menos velocidad nos habría comportado problemas de agua el último día.. El 21 de septiembre, cuando ya llevamos 250km desde Windhoeck, cerca del salar del Ganab, vemos a lo lejos una nube de polvo, al rato un rumor que cada vez se hace más perceptible y media hora después se planta delante nuestro un camión-autobús lleno de turistas que no paran de hacernos fotos y ofrecernos agua. ¡Agua fresca! La nuestra hace días que es caldo. Acabamos de llegar a la C-14, la pista más transitada del Namib, la que llega hasta las famosas dunas de Sossulvei. El 25 de septiembre llegamos a Walvis Bay-Swakopmund, la segunda ciudad más grande de Namibia, y la más germánica de todas.. Nos quedamos unos días para descansar, poner las bicis a punto y cruzar otra vez el desierto, esta vez por la tierra de los damaras.

La costa del Atlántico

Los 70km que separan Swakopmund de la población de Heanties bay, son los más fáciles que hemos hecho hasta ahora en África. La pista está cubierta por una gruesa capa de sal semejante al asfalto. Por el camino encontramos los famosos barcos encallados en la arena, algunos de ellos hace pocos meses que están abandonados. Tenemos el viento a favor, así que rodamos rápido siempre siguiendo la costa.

En Heanties Bay nos quedamos unos días y visitamos la colonia de focas de Cape Cross, según nos dicen, una de las más grandes del mundo.

Damaraland, la tierra de los damaras

Volvemos al desierto, esta vez a la tierra de los damaras, una de las mayores comunidades de Namibia, con cultura y lenguaje propio. Vamos a cruzar los 140km que separan Heanties Bay de la Trans-Kalahari Highway, la carretera que une Swakopmund y Windhoek. Pasamos por la montaña de roca de Spitzkoppe, famosa en la comunidad escaladora por sus rutas de escalada.

Abandonamos la fría costa atlántica para entrar en el caluroso pre-Namib. Nuestro amigo Willy, que nos ha dejado dormir en su casa de Heanties Bay, nos indica la mayor pista para las bicis, así que de buena mañana empezamos a ciclar con una visibilidad casi nula por culpa de la típica niebla de la costa atlántica, la misma que tantos barcos ha enviado a tierra. Tardamos 2 días en cubrir los 140km y la primera noche podemos acampar cerca de Spitzkoppe. Otra vez el desierto nos sorprende con sus colores y su silencio. Spitzkoppe va cogiendo diferentes tonalidades de rojo a medida que se esconde el sol, no en vano para los damaras es una montaña mágica. Por la noche oímos a los chacales llorar y acercarse a la tienda en busca de nuestro desayuno.

Al mediodía del 2 de octubre llegamos al Trans-Kalahari Highway. Esta vez hemos calculado mal la cantidad de agua y ya hace horas que tenemos que ir parando cada pocos kilómetros, exhaustos. Gracias a un bote de miel y un poco de pan seco seguimos tirando. En un poblado damara nos dan agua, pero no tenemos fuerzas para desinfectarla y tragamos sin mirar el interior del bote metálico que nos ofrecen. Agua caliente, pero ¡¡¡agua!!! Estos últimos kilómetros son muy, muy, duros y la bici se hunde en la arena en muchas partes, los nervios afloran y hay que empujar para salir de estas trampas. El calor no tiene piedad y aún respetando horarios sufrimos una fuerte deshidratación que nos agota. En el desierto, por mucho líquido que bebas, la sensación de sed no te la quitas nunca.

Llegamos a la Trans-kalahari Higway, y lo primero que vemos es un kiosco con un cartel de Coca-Cola ¡¡¡increíble!!! . Otra vez encontramos un camión-autobús cargado de turistas que nos hacen fotos, nos dan agua y nos dicen: ¿estáis locos o qué?. Seguramente si, pero hemos conseguido cruzar dos veces el desierto del Namib en bicicleta…y salir vivos.

TransNamib’08 es parte del proyecto AFRICA Y ASIA…EN BICICLETA empezado en septiembre de 2008 y que actualmente nos lleva cruzando ASIA en bici, despues de 11 meses en Africa. Podéis ver más fotos y relatos en: www.getjealous.com/isidro

A no ser que se indique lo contrario, los contenidos están bajo licencia de Creative Commons.

Estamos alojados con eCliente, que además de ser muy buenos en lo que hacen, son buena gente. La tecnología detrás de Rodadas

Rodadas está en la red desde mayo de 2005.

Aviso legal | Política de cookies