Y llegó ya el último día. Ya nos quedaba volver a Medina del Campo y completar el círculo. Este había sido nuestro primer viaje en plan cicloturista con alforjas. Por mi parte me había encantado y volví con ganas de repetir. Mi hermano también, jeje.
Desayunamos algo que habíamos comprado el día anterior en un super y pusimos las alforjas a la bici para ponernos en camino. El plan era salir de Tordesillas por el sur, cruzando el rio y en la rotonda que hay a la salida (o entrada, según se mire) tomar la salida que indica la señal de Serrada - Olmedo y seguir la VA-405 hasta Serrada y a partir de allí ir hasta Medina desandando el camino que habíamos hecho al principio.
Empezamos a pedalear por dicha carretera, donde tuvimos un recorrido de esos coñazo que no es cómodo ni con plato grande (por duro) ni con plato medio (por blando). Unos km después pasamos por la Iglesia de la Peña, que nos gustó tanto como para parar a verla y descansar un poco del trayecto que llevábamos.
Cuando estábamos en la Iglesia, mi hermano aprovechó para reberlarse y decirme que estaba harto de carretera y que quería probar a ir por caminos. Así que un poco más adelante, decidimos coger un camino que nos llevaba a Rueda. Estuvimos tirando de los mapas Topográficos nacionales que llevaba yo y del GPS del tlf de mi hermano. Así que la ruta quedó cambiada con respecto al recorrido que tengo colgado en WikiLoc y Tracks4Bikers. El recorrido que hicimos fue este.
Cogimos el camino que tiraba hacia la derecha el cual pasaba por viñedos, los míticos viñedos de Rueda. El camino que llevábamos, un rato después acababa en otro. Ese otro había que seguirle a la derecha. En estos caminos tuve un poco más de problema con la bici porque había mucha tierra y las ruedas de la bici que no son de tacos, me patinaban. Mi hermano iba guay con su MTB. El camino que seguíamos llegaba a un punto en que se cruzaba con una carretera. Había que seguir unos segundos la carretera hasta que encontrábamos la otra parte del camino que ya seguía hasta Rueda. Ojo!! No coger esa carretera si se tiene intención de ir a Rueda, porque se dirige a Serrada. Una vez se sigue por ese camino, pronto se llega a Rueda. Tierra de vinos. Allí compramos algunas botellas de verdejo.
Después de descansar un poco y beber agua, del mismo sitio donde habíamos parado había una señal que indicaba La Seca, por allí seguimos hasta llegar a dicho municipio. Luego ya, por donde habíamos venido, seguimos por la CL-610 hasta Medina del Campo donde terminó nuestra ruta cicloturista. Ese día aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo y ver algunos monumentos que no habíamos visto el primer día.
Medina del Campo también fue un punto importante de la Rebelión Comunera. Así que otra vez debo colgar la parte del artículo de la Wikipedia que habla sobre ello:
Tras obtener Carlos I el servicio necesario para coronarse emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en las cortes de La Coruña de abril de 1520, las ciudades castellanas de la meseta experimentaron el nacimiento de las primeras Comunidades rebeldes contra el poder real al sublevarse Toledo y arrastrar al resto. En Segovia se sucedieron varios incidentes de carácter violento cuando el procurador en las cortes coruñesas, Rodrigo de Tordesillas, regresó a la ciudad. Una multitud desoyó sus explicaciones y terminó por estrangularle en plena calle.
La respuesta realista no se hizo esperar, y el alcalde Rodrigo Ronquillo inició las represalias. La población cerró filas en torno a la Comunidad, erigiéndose Juan Bravo como líder de la misma. Ronquillo inició entonces un asedio contra la ciudad, por lo que Segovia reclamó ayuda al resto de ciudades rebeldes. Acudieron en su ayuda Toledo y Madrid con el envío de milicias capitaneadas por Juan de Padilla y Juan de Zapata. El fallido asedio de Segovia constituyó el primer gran enfrentamiento entre realistas y rebeldes de las incipientes Comunidades.
MEDINA DEL CAMPO
Uno de los núcleos comerciales más importantes de la Corona de Castilla, albergaba una importante guarnición de artillería. Tras el estallido en comunidad de Segovia, Rodrigo Ronquillo y Antonio de Fonseca, al mando de las tropas realistas, pusieron rumbo a la villa medinense para apoderarse de la artillería allí estacionada.
Gutierre Quijada, a la sazón corregidor de la villa, accedió a entregar las piezas de artillería a las tropas imperiales, pero no así los vecinos, que se amotinaron en las puertas de acceso a la localidad y reunieron todas las piezas en la plaza, a sabiendas de que si se las entregaban a las tropas imperiales, estas serían utilizadas contra Segovia.
Ante la negativa popular, Antonio de Fonseca dio orden de incendiar varias partes de la localidad con el objetivo de dispersar a la multitud congregada en la plaza junto a la artillería, pero esta no se disgregó y permaneció junto a los cañones mientras las llamas avanzaban. Buena parte de la villa resultó destruida, siendo especialmente significativo el caso del convento de San Francisco, lugar donde los comerciantes medinenses guardaban sus posesiones y que ardió por completo.
En vista de la situación, los comandantes imperiales dieron la orden de retirada, permitiendo así a los vecinos acudir a sofocar las llamas y evitando que la villa ardiera en su totalidad.
El 22 de agosto, el regidor Gil Nieto fue descuartizado en plena calle.
En las semanas posteriores, las fuerzas comuneras tomaron la iniciativa en el contexto de la guerra, entrando en Medina y apoderándose de la artillería negada a las tropas del rey.
Como decía más arriba, aprovechamos para estar un rato en la plaza mayor de Medina, bastante bonita, donde nos tomamos unas cervecillas para reponer fuerzas. Visitamos también la plaza que tiene dedicada a la ciudad de Segovia. Desde que Medina ayudó a los Segovianos y se negó a dar las armas a los imperiales, se dedicaron una a la otra una plaza.
Cuando llegó la hora de comer, buscamos un restaurante que tuviera buena pinta y no fuera muy caro y después de comer, nos fuimos a la estación. La anécdota es que llegamos a la estación demasiado pronto y pudimos cambiar justo a tiempo nuestro billete por otro que salía justo en el momento en que estábamos allí y que estaba entrando a la estación. Esta vez, para evitar líos con el revisor, pusimos las bicis en el sitio habilitado para ellas. Aunque comprobamos que molestaban a la gente más todavía. En fin, las normas son las normas.....
Y como dije antes, vinimos encantados y deseando volver a hacer otro viajecito.