Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
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Rio Murta-Ibañez

  • 4 de November de 2016
  • 117 kms

4 de Marzo de 2016

Acampados junto al Río Murta a 55 kilómetros

Al norte de Puerto Río Tranquilo (Chile).

Anoche nos fuimos a cenar a una cervecería, nos tomamos unas cervezas negra de cosecha casera y una especie de sándwich de cordero y ensalada. El lugar estaba bastante ambientado, casi todos guiris como nosotros que andan deambulando por los andes patagónicos, unos a dedo otros en coche otros en bici y cada uno como puede o le apetece. Después de la cena marchamos a nuestra cabaña y al poco llega la chica del bar donde comimos al medio día, con su tía y toda la ropa limpia incluso las mochilas nos la ha limpiado, uhm!! Qué bien huele la opa a limpio.

Dejamos nuestras alforjas preparadas para partir mañana temprano y dejamos fuera solo nuestra ropa de ciclista que nos pondremos para la ruta.

Esta mañana nos hemos preparado un buen desayuno con café con leche y tostadas con queso Filadelfia y unas galletas.

Hoy hemos tenido una etapa bastante llana y el carril por lo general está bastante bien en comparación con la etapa de Puerto Bertrán a Río Tranquilo, en el camino nos hemos cruzado con varios ciclistas, el primero un irlandés que viajaba ligero de equipaje luego nos cruzamos con un japonés, pienso que era japonés porque no paró solo saludo. Los asiáticos por lo general no son muy dados a la charla, los pocos que nos hemos cruzado ninguno para. Más tarde nos cruzamos con tres alemanes, estos nos comentan que más adelante nos espera un puerto de unos trescientos cincuenta metros de desnivel. Poco antes de las dos del medio día paramos junto a un río para almorzar. Nos preparamos lo de siempre una sopa de pollo con pasta pero esta vez le echamos unos huevos cocidos que llevamos preparados de la chabola. Mientras lo preparamos picoteamos unas patatas fritas con “galletas de agua” o “soda” acompañados de salchichón con un ligero sabor a ahumado. Mientras nos tomamos el café vemos a lo lejos pasar una pareja en bici, se paran en el puente que cruza el río en el que nos encontramos, paran un rato y continúan su camino hacia el sur, dirección contraria a la que llevamos nosotros.

Recogemos nuevamente todas nuestras cosas y continuamos nuestra marcha, el camino es ameno por el valle del Río Murta con poco desnivel y ya en el kilómetro cincuenta y cinco desde Puerto Río Tranquilo se nos presenta la primera curva que nos avisa del comienzo del puerto. Son aproximadamente las cinco de la tarde y justo cien metros antes Manolo ha visto una cabaña abandonada junto al Río Murta, decidimos quedarnos aquí y mañana ya afrontaremos el puerto con las fuerzas repuestas.

Montamos nuestras carpas junto a la cabaña. Decidimos no dormir en la cabaña porque hace unos día nos avisaron y hay carteles del gobierno que te informa sobre el virus Hanta que transmiten unas ratas, este virus se encuentra latente en sitios sucios o abandonados donde la rata a podido estar, así que te recomiendan evitar esos lugares.

Mientras descansamos un rato en nuestra carpa escuchamos que llegan unas bicicletas. Nos asomamos y son dos ciclistas por el acento parecen chilenos, nos preguntan por el estado del camino y los kilómetros a Puerto Río Tranquilo, les informamos y continúan su ruta. Ahora me encuentro junto al Río Murta poniendo al día este diario cuando aparecen una pareja de ciclistas, ella es de Nueva York y el es francés. Nos preguntan si pueden acampar aquí, le decimos que sí y les ayudamos a ingresar sus bicis y alforjas por lo alto de la cerca y los dejamos montando su campamento. Manolo acaba de encender una hoguera y yo voy a dejar este diario para preparar la cena. El sol se está poniendo tras las montañas y la temperatura comienza su descenso.

 

6 de Marzo de 2016

Villa Cerro del Castillo (Chile) 

A partir de ahora el viaje he de afrontarlo solo, mi amigo manolo ha tenido que marchar de vuelta a España de forma inesperada. Aunque no me ha acompañe físicamente a lo largo de estos kilómetros que aún me quedan, si estará en mi pensamiento a lo largo del viaje. En el punto de inflexión de esta aventura continúo buscando el norte.

Ayer tuvimos una ruta esplendida, hicimos sesenta y ocho kilómetros sin grande esfuerzos la jornada acompañaba y los paisajes también. Por el camino nos encontramos con Juan, un chico de Albacete que lleva viajando dos años y cuatro meses, empezó en Nicaragua donde se compró una bicicleta y de vez en cuando trabaja para juntar algo de dinero y seguir su camino, el se gana la vida de carpintero. Tiene un  blog que hemos de visitar para saludar. Varios kilómetros después nos encontramos con una pareja de japoneses, lo digo por la bandera que llevaba él, pero estos como era de esperar no pararon para hablar.

En el día de ayer atravesamos un valle donde aparece un bosque calcinado solo con sus troncos en pie, le llaman el bosque muerto, fue arrasado por el volcán Hudson de 1.905 metros de altitud en una erupción de finales del siglo pasado. Al fondo del valle se ve el cono volcánico con su cumbre coronada de hielo.

En la población que me encuentro hoy es característico en el paisaje el monumental Cerro Castillo que da nombre a esta villa, una gran montaña con forma de fortificación de verticales paredes y agujas de roca inexpugnables, embelesada de glaciares bajo sus contrafuertes.

 

Hoy en quedo aquí descansando y asimilando la nueva situación, mañana continuaré buscando el norte.

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