Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
Volver arriba

Especial: Preparando un gran viaje

Por Alicia Urrea

¿Qué es un gran viaje? En nuestra cabeza un gran viaje es aquel que contamos a nuestras familias sabiendo que después habrá un momento de silencio y un murmullo de alguien que soltará un «estáis locos» en voz baja. Ese que requiere planificación y un permiso especial en el trabajo. El que nos lleva más allá de lo conocido y nos mete en una aventura. Ese es un gran viaje. Este mes, en el que el frío empieza a acechar en el hemisferio norte y llega el momento de empezar a soñar con lo que haremos cuando suban las temperaturas, dedicamos nuestro especial a la planificación. Esperamos que os sirva para daros muy malas ideas.

Planificación

Rutas

Si tu idea es viajar durante meses, en cuanto te pongas a mirar el mapa verás que casi todos los viajeros utilizan las mismas rutas para moverse dentro de cada continente o de uno a otro. Ya sea por la orografía, por la situación política de algunas regiones o por que son las que mejor unen los principales puntos de interés, en algunas carreteras es más fácil encontrar bicinómadas que en otras:

  • Panamericana

    La Panamericana ciclista es una red de carreteras que une las tres Américas de Norte a Sur. Desde octubre de 2012 intentamos hacer una guía colaborativa para documentar toda la ruta.

  • Europa: rutas Eurovelo

    Quizá el continente con más carreteras pequeñas por kilómetro cuadrado. En Europa no hay una, sino 12 rutas de larga distancia.

  • Asia: Ruta de la Seda

    Desde Estámbul a Xi’an siguiendo los pasos de Marco Polo. Hay muchos libros sobre esta aventura: A China en bicicleta de Gabriel Pernau; 12822 km de España a China en bicicleta de Diego Ballesteros; Rutas Perdidas Oasis de Seda de Fernando M. Romero y De la Alcarria al Himalaya, de Miguel Angel Díaz, que está agotado.

  • África de norte a Sur

    Aunque África no sea un país, sino todo un continente y por tanto, cualquier generalización poco fiable, casi todos los ciclistas coinciden en que África como continente es el lugar más duro para viajar en bici, con solo dos rutas de larga distancia viables: una por la costa este y otra por la oeste. A pesar de todo las recompensas pueden ser enormes. No os perdáis el libro de Salva Rodríguez Un viaje de Cuento, o este otro de Álvaro Neil, África con un par

Inspiración

Hay mcuchos viajeros dando vueltas por el mundo en bici. Si nos seguís en el boletín electrónico ya habréis visto que cada mes sacamos historias tres de ellos. Por eso a continuación os ofrecemos nada más que algunas historias de la carretera sorprendentes o impresionantes, junto a un artículo donde podéis ver una relación de muchos de esos viajeros.

Este artículo fue publicado el 6/noviembre/2012. Última actualización: 7/agosto/2020 dentro de la categoría Especiales en Rodadas.net, una página web sobre cicloturismo y viajes en bicicleta mantenida por Álvaro Martín y Alicia Urrea.

El artículo está sujeto a una licencia Creative Commons 3.0. Es decir, puedes distribuirlo y adaptarlo SIEMPRE que nos cites (más concretamente, cites al autor y enlaces a la dirección permanente del artículo); no lo uses con fines comerciales o en publicaciones comerciales; y el resultado de tu trabajo también esté bajo una licencia de Creative Commons

Siempre puedes volver encontrar este artículo en: https://www.rodadas.net/blog/especial/grandes-viajes/

Comentarios Hay comentarios de 2 intrépidos

  1. José María dice:

    Un gran viaje empieza en la primera idea de ese viaje. Incluso antes.
    Recorriendo en agosto de 2011, en jeep, uno de los parajes probablemente más bellos del mundo, los Andes bolivianos desde el Salar de Uyuni hasta la Laguna Verde y el Desierto de Dalí, el segundo día de raid, nos dirigíamos de buena mañana con un sol despampanante y un cielo azul que parecía de mentira por las polvorientas y pedregosas pistas en medio de un inmenso valle a la espectacular «Ciudad de las rocas». Al final de las dos rectas rodadas de la pista pudimos divisar un pequeño punto que bien podría ser un caminante o cualquier otra cosa. El termómetro marcaba los 3ª centígrados sobre cero y la altura sobre el nivel del mar era de 3.250 metros. Cuando alcanzamos a ver qué era aquel minúsculo punto en medio del valle, vimos que se trataba de un hombre -maduro- armado con un «culotte» y una camiseta de manga corta de algodón pedaleando sobre una ligera bicicleta con alforjas.
    ¿De dónde había salido aquel personaje recorriendo a solas con el único esfuerzo de sus piernas uno de los parajes más solitarios del planeta? El jeep superó sin molestar aparentemente demasiado al rodante y todos giramos nuestras cabezas en un gesto de curiosidad y asombro ante la grandeza de aquél viajero en medio de la nada.
    Pasamos la mañana solazándonos y escalando, unos más arriba que otros, (yo estoy entre los segundos) las escultóricas formaciones rocosas de la Ciudad del mismo nombre y cuando nos disponíamos, después de comer en plan acampada (afortunadamente nadie ha montado un quiosco por allí todavía), a seguir nuestro camino, apareció nuestro héroe sobre la bicicleta remontando la última empinada pendiente que lo traería a la explanada de acceso al conjunto geológico. Me acerqué a él y hablamos unos minutos. Es holandés, 62 años de edad, viajaba con su mujer, que venía detrás, y había llegado hasta aquí desde Salta (Argentina). ¿Problemas? le pregunté, ¡ninguno!
    En ese momento no fui consciente de que había empezado mi viaje como cicloviajero con alforjas por Sudamérica. Hasta meses más tarde no decidí que esa sería mi forma de moverme por el mundo sin haberlo ni imaginado antes. Ya tengo la bici, los billetes y casi todo el equipo para esa nueva aventura.
    Hace tiempo escribí que… ¡Perdón, llaman a la puerta!
    Era la cartera, me acaba de llegar el libro «Cómo preparar un gran viaje» de Itziar Marcotegui y Pablo Strubell, recomendado por http://www.rodadas.net, ¡ya tengo más lectura para el fin de semana!
    Bien, decía que hace tiempo escribí que «todo viaje acaba en uno mismo». Sin que esa sea necesariamente la meta decidida, sigo pensando que es así.

    JMF
    Palma de Mallorca, 23 de noviembre de 2012

  2. José María dice:

    Ayer empecé la lectura del manual de trotamundos de Itziar Marcotegui Y Pablo Stubell. El libro empieza así: «Así es como empiezan los grandes viajes: con un sueño, una idea que crece y va tomando forma…»
    Hoy he amanecido pensando que la poesía (occidental) escrita, la inaugura Homero con el relato de una guerra, la de Troya con la Ilíada, al que le sigue un libro de viajes, la Odisea de Odiseo (Ulises), tras librar aquella cruenta guerra. Más tarde llegó Kavafis…

    ÍTACA

    Cuando emprendas el regreso a Ítaca,
    ruega que el camino sea largo,
    lleno de aventuras, de conocimiento.
    A los Lestrigones y los Cíclopes,
    al irritado Poseidón, no les temas;
    no hallarás tales cosas en tu camino
    si tu pensamiento es elevado, si una sublime
    emoción embarga tu espíritu y tu cuerpo.
    A los Lestrigones y los Cíclopes,
    al feroz Poseidón, no los encontrarás
    si no los llevas en tu alma,
    si tu alma no los pone ante ti.

    Ruega que el camino sea largo.
    Que sean muchas las mañanas estivales
    en que lleno de placer y alegría
    entres a puertos vistos por primera vez;
    detente en los mercados fenicios
    y adquiere hermosas mercancías,
    nácar y coral, ámbar y ébano,
    y toda clase de perfumes voluptuosos,
    todos los perfumes voluptuosos que puedas;
    visita muchas ciudades egipcias
    para aprender más y más de los sabios.

    Ten siempre en tu mente a Ítaca.
    Tu meta es llegar allí.
    Pero no apresures de ninguna manera el viaje.
    Mejor que dure muchos años,
    y viejo ya ancles en la isla,
    rico con cuanto ganaste en el camino,
    sin esperar que Ítaca te dé riquezas.

    Ítaca te dio el hermoso viaje.
    Sin ella no hubieras salido al camino.
    Pero ya no tiene nada para darte.
    Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
    Tan sabio como has llegado a ser, con tanta experiencia,
    ya habrás comprendido qué significan las Ítacas.