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Encuentros canadienses (3) – Annika

Por Alicia Urrea

El 90% de los viajeros que hemos conocido hasta ahora son alemanes. Annika nos dice que probablemente es el destino preferido por la gente de su país. Hay alemanes que alquilan coches o autocaravanas y muchos otros que cargan con mochilas por todo pais. Para completar el limitado alcance del transporte público aquí lo clásico es hacer autostop. Es una actividad bastante segura sobre todo en las islas, incluso para una mujer sola, a excepción de algunas zonas. Por ejemplo, en la carretera que hemos seguido desde Prince Rupert hasta Terrace, la Yellowhead hwy, han desaparecido ya unas cuantas mujeres y piensan que hay un asesino en serie suelto por aquí. La llaman la autopista de las lágrimas.

Sin embargo, en la isla ves constantemente a la misma gente. Solo hay una carretera, por lo que es fácil que la misma persona con la que cruzaste unas palabras en el ferry, esté por la tarde en la tienda de comestibles de Messet, al norte de la isla; y al día siguiente te recoja de camino a la ciudad Queen Charlotte, donde están hay que hacer gestiones. «Es fácil fiarse».

Con Annika hablamos del impresionante papel que juega en la British Columbia el cannabis. «Yo no me lo creía antes de venir», dice, «pero aquí todo el mundo tiene una pequeña plantación». Dicen que el cannabis mueve cerca de 26 billones de dólares canadienses al año en este estado, que tiene el doble del tamaño de España pero tan solo 6 millones y medio de habitantes. Es la primera fuente de riqueza, aunque su consumo, y por supuesto su tráfico es ilegal. Sin embargo, «con los precios de las cosechas por los suelos, ¿quién dejaría pasar la oportunidad de tener una pequeña plantación en el jardín y sacar 20.000 dólares extras al año?», dice Chris, un plantador de árboles que conocemos en el ferry.

Este artículo fue publicado el 24/junio/2010. Última actualización: 7/agosto/2020 dentro de la categoría 2010 y 2011 - Un año y pico en bici en Rodadas.net, una página web sobre cicloturismo y viajes en bicicleta mantenida por Álvaro Martín y Alicia Urrea.

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Comentarios Hay comentarios de 4 intrépidos

  1. Es impresionante como se mueven los alemanes, y lo que estamos disfrutando todos con vuestro viaje.
    Lo que contáis de las islas me recuerda mucho a esa tranquilidad que se tenía hace años en los pueblos, y que he redescubierto en algunas aldeas de Polonia, en las que la puerta de casa está siempre abierta; los niños juegan «sueltos» por la calles sin coches y los vecinos aparecen de vez en cuando, sin avisar, con un bizcocho (da igual que esté nevando o que haga calor) y se pasan la tarde hablando, entre chupitos de «nalewka»

    Gracias por compartir vuestro viaje con nosotros.

    PD: Por cierto, y sin ánimos de ser repelente… 26 billones!? Jejeje… Puede ser, pero hay un error común de traducción, que es que: lo que los anglosajones llaman «one billion» para nosotros son «mil millones», tres ceros menos. Igualmente 26mil millones, sigue siendo mucha pasta… Jejejeje…

    Un saludo!

  2. Heyy cuidado con los terremotos. Lo habeis notado?
    Legalización en el mundo ya. Basta de hipocresía con las drogas. Son plantaciones como las demás. Más educación, menos prohibición.

  3. rul dice:

    Espero que hayais cogido unas semillitas de flora «autoctona» para plantar en vuestro jardín o mi terraza.

    JEJEJE

    Un besazo y mucho animo

  4. titofero dice:

    Hola pareja. Sigo el viaje, como si fuese el mio. UN ABRAZO.